GARA > Idatzia > Jo puntua

Alvaro Reizabal Abogado

Crónica subjetiva desde Génova

Cuando escribo, aun no ha terminado la vista del proceso 18/98, que muy posiblemente no concluirá hasta la próxima semana. Pensábamos que este durísimo París-Dakar, que se inició en la Casa de Campo de Madrid allá por noviembre de 2005, llegaría a su meta antes de la manifestación convocada para hoy en protesta contra esta serie de procesos que responden al mismo impulso político. Pero no va a ser así, porque es tal el cúmulo de cuestiones que hay que rebatir a la vista de las acusaciones, que se está alargando más de la cuenta. Atravesamos el desierto en la Casa de Campo y cuando ya divisábamos la meta que pondría fin a este inacabable martirio nos desterraron a Génova, a la sede de la Audiencia Nacional, porque empezaba otro macro proceso, el del 11-M. Y aquí estamos, unas cien personas en una sala en la que el amontonamiento de personal y la deficiente, por no decir inexistente, ventilación, propicia un irrespirable clima más propio del desierto, que del invierno madrileño.

Estamos contentos con el planteamiento del juicio y a la vista de la debilidad de la prueba de las acusaciones y del trabajo realizado pensamos que la sentencia, debería ser absolutoria para todos los acusados. Quizá seamos víctimas del llamado síndrome pre-hostia al que ya nos referimos en alguna ocasión en estas líneas, pero creo sinceramente que, de dictarse una resolución justa, no cabe otra salida que la absolución. La vista oral ha permitido comprobar que la tesis del «entorno», de que todo en el mundo de la izquierda abertzale es ETA, no es más que una creación policial recubierta por el manto del derecho. Pero hemos de ser conscientes de que la justicia es poco propensa a reconocer sus errores, sobre todo, cuando, como en el caso que nos ocupa, los acusados han cumplido ya años de prisión provisional y en el marco del proceso se han cerrado dos medios de comunicación: un periódico, una emisora de radio y varias empresas, lo que origina a los perjudicados pérdidas millonarias. ¿Quién pagaría los platos rotos?

Cuando salimos de las sesiones del juicio oral nos damos de morros con el lazo azul que en otro tiempo era para exigir la libertad de los secuestrados y ahora pende de la fachada del PP, acompañado del lema de otra manifestación convocada para hoy, en Madrid, para pedir que de De Juana vuelva a la cárcel. Parece un dislate que el principal partido de la oposición española organice estas algaradas porque se traslade a Euskal Herria a un preso en peligro de muerte y al que apenas falta un año para cumplir íntegramente, a pulso, la condena impuesta. Está claro que el PP utiliza el asunto para azuzar y desgastar al PSOE en la feroz caza del voto que le lleve al poder. Ahora la pelea se centra en demostrar quién ha sido más blando o más cruel con los presos vascos. Entretanto hemos conocido la sentencia del Supremo del caso De Juana, y ahora resulta que de los dos artículos que justificaban la petición de pena de 96 años, uno no era delictivo. Sólo había delito en una breve frase del otro, por lo que le condenan a tres años de prisión. Esperemos que se calmen las cosas, acaben estos procesos y seamos capaces de escribir sobre temas diferentes de éstos que nos obsesionan.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo