raimundo fitero
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Si uno se coloca demasiado tiempo frente al electrodoméstico esencial se encuentra con seres inservibles, unos muñecos de ventrílocuo loco proclamando el fin de España, a unos jugadores de fútbol que buscan en tres golpes a un esférico la gloria o el ocaso, o se pueden tener noticias de la luz revelada, de la utilización por algún congénere de este planeta de sus capacidades de invención para algo realmente eficaz, tangible, que ayude de manera igualitaria al género humano. Ya digo, alguien ha inventado una nevera automatizada que desde el sofá, con un mando a distancia le pides una birra y te la saca del frío y te la lanza medida para que la pilles al aire y no pierdas nada más que tres segundos de tu partido preferido, tu serial, tu debate o, lo mejor, tus anuncios escalofriantes.
El inventor de este artilugio que beneficia a más de la mitad de la humanidad, la que tiene luz eléctrica en su casa, frigorífico y puede consumir unas cuantas cervezas por sesión de televisión, no va a pasar a la historia como uno de los más ricos, cosa que si es Amancio Ortega, el señor de Inditex, o sea, el señor que nos viste y uniformiza a precios asequibles por todas las esquinas de nuestras ciudades. Dicen que en el ejercicio anterior tuvo unas ganancias de nueve mil millones de dólares. Y sin despeinarse, ni salir en los telediarios ni en los servicios de desinformación de los programas del salchichón. Por cierto, ¿qué les ha pasado a los de «A tú lado», han tenido un ataque de ética sobrevenida, un aviso de la Cope, una falta de candidatos o simplemente se han dado un golpe contra el quicio de una puerta y les ha entrado la cordura? Han suprimido su polígrafo y piden a la competencia que hagan lo mismo. ¿Será posible?
Bueno, como saben a mí también me vino la luz, me dio un calambrazo y me volvió vidente parcial. Unas veces acierto y otras tampoco. Esta vez lo he visto claro, me han llegado los titulares de la prensa de extrema derecha aznarista que ya saben que a la manifestación de esta tarde han ido entre dos millones y medio y setenta millones de españoles sensatos. Porque Los Jotas cuentan también a Franco y compañía.