Los serbios y los albano-kosovares celebran, en el antiguo Palacio Real de Viena las últimas consultas sobre el futuro de Kosovo, bajo mediación de la ONU, aunque sin que se vislumbre posibilidad alguna de que se produzca un compromiso. Ambas partes estarán representadas en la reunión al máximo nivel, por primera vez desde julio del año pasado.

Después de más de un año de negociaciones, mediadas por el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, ambas partes permanecen firmes en sus posturas. Los albaneses, abrumadora mayoría en Kosovo, anhelan desde hace años la independencia, algo que Belgrado rechaza con vehemencia, ofreciendo un máximo grado de autonomía, que considera como una solución de compromiso.