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Jone Goirizelaia Socia compromisaria del Athletic, junto a 26 socios y socias compromisarias más

Aires nuevos en el Athletic

La construcción de un nuevo campo es vital para el futuro del Athletic, entre otras cosas, porque tiene que ser un instrumento para rejuvenecer la masa social del club

Al hilo del debate sobre el futuro del Athletic Club, con el añadido del nuevo cam- po y las elecciones a la Presidencia del club a final de la temporada, quisiéramos trasladar una serie de reflexiones, posicionando nuestra manera de entender y querer al Athletic.

El cuestionamiento de la filosofía deportiva del Athletic Club, -competir con jugadores de la propia cantera y jugadores formados en equipos vascos-, sólo se da cuando confluyen resultados deportivos adversos, como en estas dos últimas temporadas. Nuestra filosofía nos hace diferentes, no mejores ni peores, pero nos da un plus que debemos aprovechar. La cantera es la piedra angular del trabajo del Athletic y nuestro reto es demostrar que es posible mantener nuestra filosofía si se cumplen una serie de condiciones, la fundamental trabajar más y mejor que el resto.

Además, el Athletic debe tener a los mejores jugadores de Euskal Herria, para lo cual debe dotarse de los instrumentos económicos necesarios, manteniendo su esencia como club deportivo sin caer en aventuras mercantiles. Es más, siendo asumible que uno de sus objetivos es generar ilusión en las niñas y niños, no podemos olvidar que, hoy por hoy, el Athletic es el equipo que mas garantías de jugar les ofrece en toda Euskal Herria.

Por el contrario, a quienes cuestionan abiertamente esta filosofía no escrita y que perdura ya 109 años, bastaría recordarles que no está demostrado que un cambio de filosofía conlleve éxitos deportivos. El Athletic participa en una competición y no existe filosofía deportiva ni econó- mica que garantice la obtención de títulos. Somos un club en el que no debieran tener cabida los pelotazos inmobiliarios ni los fichajes estrella ni los agujeros fruto de nefastas gestiones. Tenemos recursos económicos sufi- cientes para desarrollar la filosofía que nos ha hecho ser caso único en el fútbol mundial.

Las condiciones democráticas en las elecciones a la presidencia del Club, no se debieran concretar tan solo en la frase: un socio, un voto. Para avanzar deberíamos dotar de altas dosis de transparencia al proceso electoral. El objetivo es tan simple como transcendental: ahuyentar cualquier atisbo de duda que el actual genera, en especial en lo referente a la compra de avales, listas de socias/os que avalan sin su consentimiento o para que desaparezcan del club quienes teniendo o presumiendo de un número determinado de firmas posea el poder o la capacidad de enturbiar un proceso electoral y, en algunos casos, perpetuarse incluso en puestos de dirección.

Esta exigencia de transparencia la hacemos extensible a la gestión del Club. No existe organización que soporte los cambios organizativos y de estrategiaque viene sufriendo nuestro Athletic en los últimos años. No sólo los cambios casi constantes en la presidencia, o los cinco entrenadores de los últimas dos temporadas. No olvidemos los cambios en Lezama, en el organigrama del Club... Cada cuatro años todo se cambia de arriba abajo, precisamente porque se hacen proyectos en torno a personas y no se eligen personas para llevar adelante los proyectos del club.

En el ámbito de la gestión existen decisiones estratégicas que corresponden a todas las socias y socios del Athletic, no sól a los miembros de la Junta Directiva. Debieran concretarse mecanismos democráticos en la elección de compromisarios, en la recogida de avales y en el modo de recibir información económica e institucional por parte de los socios. Es necesario y urgente un cambio en los estatutos del club.

Para que las condiciones democráticas y de transparencia exigidas sean realidad, el Club debe tener verdadera esencia democrática y ello implica respeto e igualdad de ejercicio de los derechos de todas las socias/os, en los accesos al campo, en desplazamientos y, en general, en la vida del Club.

Analizando la necesidad de construir un nuevo campo desde una perspectiva de Club y no partidista o influenciada por grupos de poder económicos concretos, entendemos que es vital para el futuro del Athletic. No sólo desde la perspectiva básica en materia de seguridad y accesibilidad, uno de los principales handicaps de San Mamés, sino porque un nuevo campo va a ayudar a reforzar la economía del Club y porque tiene que ser un instrumento para rejuvenecer la masa social del Athletic. Facilitar el acceso a todas aquellas personas que llevan demasiados años esperando para acceder a la condición de socias nos hará, sin duda, más fuertes en todos los sentidos.

La necesidad del nuevo campo no nos puede hacer obviar que su construcción debe ir acompañada de la consiguiente transparencia. Es esta, posiblemente, una de las decisiones más estratégicas y determinantes en la centenaria vida del Athletic. Independientemente de la transparencia que ha de acompañar a este proceso, es imprescindible contar con la opinión de las socias y socios del Athletic, máxime cuando nos estamos enterando a través de los medios de co- municación que es incierto el control futuro del Athetic sobre su campo. El Athletic debe blindar su patrimonio, por encima incluso de las posibles aportaciones y recursos financieros de las distintas instituciones. Por eso su proyecto, modelo de financiación y ubicación definitivas debieran ser sometidas a consulta entre la masa social.

En el terreno lingüístico, el Athletic Club ha dado pasos muy importantes en la adecuación de su web, de sus publicaciones y de la atención al socio y al aficionado. Sin embargo, estos pasos deberían tener reflejo en quienes dirigen el Club y garantizar al menos el bilingüismo en el funcionamiento de sus órganos de dirección.

Asimismo, el hecho de que hoy en día el 25% de la masa social del Athletic Club esté compuesta por mujeres nos debe hacer reflexionar sobre el escaso reflejo que ello tiene posteriormente en la dinámica diaria de la entidad.

Desde la condición de socia compromisaria y en representación de las personas que suscriben este escrito, diría que a la Junta Directiva hay que exigirle que ofrezca cuantas explicaciones requiera la socia y el socio. A los jugadores, las dosis necesarias de motivación y de responsabilidad. Deben asumir y ser conscientes de los colores que representan y de la ilusión que deben generar en nuestra sociedad.

Finalmente, a las socias y socios les pediría un esfuerzo para poder seguir manteniendo el Athletic como club de fútbol y no convertirlo en una Sociedad Anónima Deportiva.

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