Los rojiblancos se juegan con el Celta un puesto en el descenso
Seguir peleando, premio y castigo de un choque dramático
Ganador y perdedor de la final de Balaídos seguirán condenados a pelear por eludir el descenso, pero en situaciones bien diferentes
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Un punto que es un mundo. Ése es ahora mismo el que separa a Celta y Athletic, cuyo destino sería diametralmente opuesto si la Liga acabara ahora mismo, pese a su mínima diferencia en la clasificación.
La temporada no acaba hoy, pero el encuentro tiene el mismo carácter que si lo hiciera. Una final que, curiosamente, y precisamente porque aún restan muchas jornadas, aunará premio y castigo: tanto el vencedor como el ganador deberán seguir peleando para salvar el cuello. Pero desde situaciones bien diferentes. Porque el perdedor lo hará desde puestos de descenso y el ganador dependerá de sí mismo después de haberse librado de un rival directo.
Dos cristales bien diferentes para afrontar el futuro. Sobre todo en el caso del Athletic que, en caso de caer en Balaídos, prolongaría una mala racha de consecuencias nefastas en la moral del grupo, además de aumentar a cuatro puntos -a fin de cuentas, lo más importante- su desventaja respecto a los gallegos.
De ahí que el Athletic haya viajado aferrándose con especial interés a una estadísticas que sitúan a su rival como el peor de la Liga en casa -el Celta sólo ha sumado ocho puntos como local, uno menos que la propia escuadra rojiblanca-, así como al cansancio que puedan acusar hoy los hombres de Fernando Vázquez, pese a los cambios que introducirá el técnico celtiña respecto al once que cayó ante el Werder Bremen.
Etxeberria, descartado
También habrá cambios en el once rojiblanco, en el que destaca la previsible entrada de Javi González, una vez recuperado, en detrimento de Javi Casas. Además, es previsible que Mané recupere el 4-2-3-1, con la entrada de Javi Martínez y la salida del once de Aritz Aduriz.
Una de las novedades más significativas, con todo, pasa por la convocatoria rojiblanca, a la que regresa el recuperado Luis Prieto y de la que se cae Joseba Etxeberria, por cuestiones exclusivamente técnicas.
El Athletic se aferra a unas estadísticas que sitúan al Celta como el peor de la Liga en su campo, donde sólo ha sumado ocho puntos.
El Athletic disputa un encuentro de tintes dramáticos, pero al menos no lo hará solo. 400 aficionados han viajado en los autobuses fletados por la Agrupación de Peñas.
Mané eludió hablar de finales al referirse al encuentro de esta tarde, pero sí reconoció que se trata de una cita muy importante.
«Es un partido de los muchos importantes que vamos a jugar, que tiene la importancia que tiene y que al tratarse de un rival que está en la misma zona de la tabla todo lo que sea evitar que sume y sumar tú tendrá una incidencia directamente proporcional en la clasificación. Es un partido importante -insistió-, como lo son todos para ir sumando puntos hasta alcanzar los 42 ó 43 puntos en los que parece que está la salvación».
Un choque que sus jugadores afrontan «con la ilusión de revertir una situación incómoda, de rebelarse contra un mal resultado, contra una mala actuación», tras el disgusto de la semana pasada.
Fernando Vázquez también intentó quitar presión a sus hombres, asegurando que «de final, nada. Todavía estamos en la jornada 26. Aunque sí es un partido importante -admitió-, por lo que lo ideal sería ganar. O, al menos, no perder, aunque con esto no quiero decir que no vayamos a por la victoria».
GARA