«La dirección de Georgia Pacific quiere saltarse el comité por encima"
El comité de la papelera de Allo no duda en señalar la actitud «prepotente" de la empresa como causante de la situación a la que han llegado. Llevan dos meses realizando paros parciales para pedir a la dirección «una relación normalizada entre empresa y comité" para negociar así el convenio. Subrayan que continuarán con las movilizaciones.
Rebeka CALVO |
La situación de los trabajadores de la papelera de Allo, Georgia Pacific, es cuanto menos atípica. «Llevamos desde 2000 sin negociar un convenio, entre 2000 y 2006 la subida salarial se ha limitado a gratificaciones voluntarias, llevamos 12 años con la misma jornada, lo que ha supuesto que en estos momentos trabajemos 34 horas más que en el convenio estatal, el comité no ha tenido ni una sola reunión ordinaria con la dirección en ocho años, todos los miembros del comité, exceptuando a dos, hemos sido cambiados de puesto sin causa justificada y con el único propósito de perjudicarnos, la empresa además decretó cierres patronales durante las jornadas de huelga...», relata Josema Iturri, delegado de LAB en la planta.
El comité de empresa de la papelera, formado por cinco delegados de CCOO, cuatro de UGT, dos de LAB y otros tantos de ELA, denuncia la actitud «prepotente» de la dirección ya que, según explica Iturri, lo único que pide el comité es que «se sienten a negociar un convenio que están prorrogando desde 2000». Y es que estos trabajadores no han tenido oportunidad de negociar nada con la dirección desde 1996.
«El comité presentaba todos los años una plataforma completa para el convenio, plataforma que nunca nos aceptaban, es más, ellos siempre han hecho lo que les ha dado la gana con lo que les hemos presentado. Este año, en cambio, decidimos presentar sólo dos puntos que creemos básicos y donde se han superado todos los límites: las horas de trabajo, puesto que estamos por encima del convenio estatal, y el sueldo, porque normalmente no nos han garantizado ni el IPC. La empresa no sólo no aceptó esto, sino que nos ofreció subir las horas de trabajo y continuar con el mismo salario», explica Iturri.
La competencia
Según aclara otro de los delegados de LAB, Marko Hernández, «la empresa justifica su cerrazón con la competencia. Dice que han subido los gastos de las materias primas como el gasoil y que, por tanto, con tanta competencia no puede aceptar nuestras peticiones». Algo que enfada a los miembros del comit, ya que, tal y como aclara el presidente del comité, Felix Maeztu (CCOO), «las cuentas de resultados económicos presentadas por la empresa en los últimos años nos hace pensar que lo que se está produciendo es una descapitalización de la factoría en beneficio de otras plantas situadas en Italia y Grecia. De hecho, la nuestra es la empresa que más dinero les da en Europa, aportamos una partida de nuestros beneficios para cubrir las pérdidas que aportan las plantas de Grecia e Italia».
Es por todo esto que la plantilla de Georgian Pacific lleva desde el pasado 8 de enero realizando paros parciales, de dos horas por turno durante la primera semana y de cuatro horas por turno después. Como consecuencia, la producción de la planta se ha visto considerablemente mermada, «están perdiendo más de la mitad de la producción diaria», explica Marko Hernández.
Algo que no parece preocupar a la dirección. «Sigue trayendo papel de fuera, por lo que cuanto más venden más dinero pierden. Primero llevan el polietileno, el papel... a Grecia para que puedan allí producir lo suyo. Después tienen que cargar todo esto y traerlo aquí para llevarlo a un almacén de alquiler y después a una distribuidora....todo este proceso encarece mucho el producto», señala Iturri.
«¡Si con lo que lleva perdido con la huelga tenía para pagarnos la subida salarial y todo! El problema no es que no tengan dinero, sino que quieren hacernos pasar por el aro y demostrarnos que es la dirección la que manda», añade Maeztu.
«Sistema americano»
«Juegan al desgaste», afirma Iturri de manera categórica. «Siguen el sistema americano para trabajar: ellos mandan y los trabajadores callan y obedecen. Es decir, quieren saltarse el comité por encima. Quieren acuerdos de tú a tú, sin contar con el comité para nada. Así lo que consiguen es que la gente diga `para qué voy a comentarle nada al comité si no mantiene nunca ninguna reunión ordinaria con la empresa y si encima el encargado o jefe de personal me lo puede solucionar al momento'», explica Iturri. Y como muestra un botón: «80 técnicos-jefes de los 320 trabajadores de la planta no están sometidos al convenio colectivo, de manera que tienen acuerdos individuales. Estos trabajadores no están parando en las huelgas, porque no pueden por miedo a la represalia, están continuamente en labores de vigilancia, por lo que algunos ni siquiera han tenido ninguna jornada libre en lo que llevamos de huelga», relata Hernández. Irregularidad que ya fue constatada en su día por Inspección de Trabajo. Pero las presiones a las que se ven sometidos estos trabajadores no acaban aquí. Por el momento, la dirección ha echado a todas las subcontratas: «Una empresa de electricidad, empresas de mantenimiento técnico, empresas de la limpieza, ETTs... Hasta el punto de que ahora son los trabajadores los que tienen que hacer la limpieza de los baños, siguiendo con la política de desgaste a la que nos tienen acostumbrados», añade Hernández.
La dirección de Georgian Pacific también ha denunciado al comité en dos ocasiones, una «porque decía que no podíamos negociar todo el convenio sino los dos puntos relativos al salario y jornada, algo que no pretendíamos hacer, y porque decía que las asambleas, huelgas y votaciones eran ilegales. Una de las denuncias ya ha sido desestimada por el juez», explica Iturri. «Por el momento, no han mandado a nadie a la calle pero sí que no han jubilado a gente que en principio iban a jubilar. Están jugando con la plantilla», remarca Hernández.
El comité se muestra unido y con ganas de seguir con la huelga parcial indefinida. «Los trabajadores no tenemos otra forma de lucha que dejar de trabajar», incide el presidente del comité. «Seguiremos como hasta ahora, que es lo que les hace daño de verdad. Ellos saben, igual que nosotros, que no podríamos aguantar mucho con una huelga total, con cuatro horas todavía ganamos la mitad del salario, y para tirar nos vale, pero de la otra forma se complicaría el tema. Dinero tienen, ese no es el problema, así que vamos a seguir para demostrarles que no pueden hacer lo que quieran y saltarse todos nuestros derechos como trabajadores», afirma Iturri. El comité de la papelera asegura que seguirán «tocando todas las puertas».
3 de enero
El comité realiza un sondeo para saber si la plantilla acepta la prórroga del convenio de la dirección. En el caso de que la respuesta sea que no, plantean realizar una huelga parcial indefinida.
8 de enero
Comienzan las dos horas de paro por turnos para pedir la negociación del convenio.
10 de enero
El comité de la papelera de Allo ofrece una rueda de prensa donde aclara que la empresa «mantiene una actitud de enfrentamiento constante con los representantes de los trabajadores».
12 de enero
Los trabajadores de la factoría se concentran en Lizarra con pancartas para pedir que se inicie la negociación del convenio.
15 de enero
Se amplían los paros a cuatro horas por turno en vista de que la dirección no quiere reunirse con el comité.
25 de enero
El comité viaja a Barcelona para hablar con el consejero delegado del grupo estadounidense en el Estado español, Joan Jornet, pero «somos recibidos por sus guardas de seguridad». Realizan una concentración ante la sede de la empresa.
28 de febrero
Los miembros del comité acuden al Parlamento de Nafarroa en sesión de trabajo para exponer su problema ante los grupos parlamentarios.
8 de marzo
El comité se reúne con el consejero de Industria, José Javier Armendáriz, que les promete que seguirá con los contactos con ambas partes para acercar posturas.
El próximo sábado 17 de marzo tendrá lugar una manifestación en Lizarra convocada por el comité de Georgia Pacific. Partirá a las 11.00 desde el Ayuntamiento.
LABeko Josema Iturrik azaldu duenez, hiru salaketa jarri dituzte greba orduetan ezarritako itxiera patronalak direla eta. «Ikuskaritzak langile bat bota eta 80 langile hitzarmenetik at zeudela salatu zuen. Bigarrenean, zuzendaria itxiera patronala ezin zela horrela egin esan zuen. Hirugarrenarekin, enpresak itxiera patronalak bertan behera utzi zituen», gogoratu zuen.