El PP reunió ayer en Madrid a miles de personas en «defensa de la nación española». En la manifestación, convocada contra la concesión de la prisión atenuada a Iñaki de Juana, se escucharon gritos contra Zapatero, peticiones de dimisión del presidente español y se realizaron parodias de la situación del preso político vasco. Tampoco faltaron las banderas españolas y los lazos azules.

La Comunidad de Madrid cifró en 2.125.000 las personas congregadas, mientras que la Delegación del Gobierno español en Madrid afirmó que la asistencia fue de 342.655.

En la intervención que cerró la marcha, el líder del PP, Mariano Rajoy, consideró que el Gobierno «ha claudicado ante ETA» y que la decisión sobre De Juana es «un peaje» pagado para intentar alcanzar una «paz engañosa». El líder de la derecha hizo un llamamiento «a defender la nación española y recuperar la España que no se rendía ante los terroristas».

La entonación del himno español puso punto y final a la manifestación. Rajoy, en actitud solemne, se cuadró durante sus acordes.

En respuesta a la manifestación, el portavoz del PSOE en el Congreso español, Diego López Garrido, subrayó que es «un gran error» que el líder del PP «pretenda dividir a los españoles entre decentes y no decentes» y le pidió que vuelva a las instituciones y «defienda ahí sus posiciones».

El Gobierno de Zapatero instó también a los ciudadanos a que mantengan «los valores democráticos de la tolerancia y la convivencia», y consideró que la manifestación convocada en Madrid por el PP no llegó a satisfacer las expectativas de este partido.