Baskonia desaprovechó la oportunidad que le brindó el Madrid de acceder al liderato tras caer derrotado ante el Joventut en un debut de Maljkovic que sumó más dudas de las que ya había creado su nombramiento. Y es que tras apabullar al rival al inicio, Tau ofreció demasiadas concesiones -19 rebotes ofensivos y 27 pérdidas-, se atascó sin soluciones ante la zona presionante del Joventut y la presencia de Maljkovic tampoco sirvió para conseguir esa supuesta venia arbitral.

La primera mitad fue un choque de trayectorias antagónicas. Comenzó arrollador el Baskonia y, a pesar de la lesión de Erdogan, enseguida tomó una ventaja de 17 puntos (4-21) gracias a su buena defensa interior y los ínfimos porcentajes (2/11 en tiros de dos) de un DKV que en los primeros 8 minutos sólo hizo una canasta en juego.

Sin embargo, en la última parte de este cuarto ya se vislumbró un preocupante cambio, y no sólo por la sangría del rebote ofensivo. Aíto García Reneses fue reajustando su defensa y compensando algo más su ataque, que era excesivamente interior, y maniató por completo al Baskonia. La zona presionante al saque de fondo, junto con la permisividad arbitral para defender al límite, cortocircuitó la ofensiva azulgrana que, sin ninguno de sus tiradodores, se centró exclusivamente en Scola.

Así, con muchas más posesiones gracias al rebote y a las 15 pérdidas de los de Maljkovic, el equipo badalonés fue minando paulatinamente la diferencia y Marcelinho Huertas igualó por primera vez la contienda con dos tiros libres en el 31-31, con sólo ocho puntos baskonistas, los ocho de su capitán, en siete minutos. Sólo Arslan fue capaz de tomar el relevo a Scola, pero Bennett dio un punto de ventaja a los suyos (37-36) justo antes del descanso.

Las cosas fueron mucho más igualadas y con guarismos bajos tras la reanudación, pero dos momentos de inspiración, justo al principio y al final, con Arslan y House como desatascadores, dieron cinco puntos de ventaja (53-58) al Baskonia.

Pero los gasteiztarras también dilapidaron esta ventaja. Sin un criterio claro ni fluidez en ataque, los baskonistas sólo sumaron nueve puntos, seis de ellos en dos triples casi consecutivos, y tiraron por la borda sus buenas opciones de victoria, con la descalificante a Prigioni como claro síntoma de impotencia.