Espíritu de supervivencia
En una reacción de empuje, el Alavés, con goles de Aloisi y Gaspar, empató un 2-0 adverso con diez jugadores a un Almería que se veía en Primera y salvó el gol average, pero el ascenso sigue a 12 puntos
ALMERIA 2
ALAVES 2
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Un ramalazo de casta y reacción por parte de los jugadores sirvió ayer al Alavés para mantener vivo ese hilito de esperanza por el ascenso al conseguir empatar un 2-0 adverso con un jugador menos. Con todo lo que han vivido en estos últimos meses, los futbolistas albiazules han desarrollado un gran espíritu de supervivencia que difícilmente les servirá para llegar al lujo de Primera, pero que sí les vale para seguir tirando.
Así, al poco tiempo de que Porato se ofuscara en la protesta por un rigurosísimo penalti en contra y dejara a su equipo con diez y Míchel pusiera el 2-0 levantando al estadio de sus asientos para hacer la ola, la plantilla se reveló ante otra situación que se les venía en contra para conseguir un empate muy meritorio que, no obstante, se intuye insuficiente a no ser que Murcia y Almería sufran el vértigo demostrado en la última semana.
Errores propios y ajenos
En apenas cinco minutos, el equipo gasteiztarra igualó con la misma receta una situación que se le había tornado muy adversa en un encuentro muy extraño y lleno de errores.
Sorprendió de inicio el Alavés con un planteamiento que nadie esperaba, apostando claramente por la velocidad de dos jugadores como Wellington y Ogbeche, con los complementos de Lacen en el pivote y Edu Alonso en el lateral derecho. Los dos delanteros, especialmente el brasileño en el primer minuto, tuvieron opciones de marcar, pero mientras en el Alavés hubo que esperar a verlo todo perdido para que se produjera la reacción, Unai Emery necesitó apenas un par de minutos para fijar las marcas y escalonar más a sus hombres destructivos para que los balones a la espalda de la defensa no hicieran daño.
Con este recurso táctico que difícilmente tendrán los albiazules mientras sigan a las órdenes de Piterman, el Almería se hizo con el control del partido y fue sumando oportunidades, mientras los albiazules no tenían alternativa ninguna una vez que el planteamiento inicial perdió vigencia superado el factor sorpresa.
Las cosas comenzaron a ponerse ciertamente cuesta arriba en el minuto 33, cuando Mateo, que previamente pudo cometer penalti por mano, realizó un fallo garrafal al cederle el balón a Ortiz cuando intentaba dárselo de cabeza a Porato y el delantero almeriense hizo el 0-1.
La incapacidad de reacción fue el factor dominante en los siguientes minutos, antes y después del descanso, en los que el Almería controló a placer. Después de haber marrado ocasiones meridianamente claras, el partido se puso imposible en una jugada polémica en la que el equipo gasteiztarra se vio con un 2-0 en contra y se quedó con un jugador menos por la expulsión de Porato por protestar.
Cuando peor pintaba todo, cinco minutos de empuje sirvieron para sacar provecho al vértigo de un Almería que ya casi se veía en Primera y empatar con una secuencia similar pero al revés. Primero llegó el penalti por una mano dentro del área que Aloisi no perdonó y muy poco después Gaspar aprovechó un clamoroso error de Westerveld para fusilarle a bocajarro.
Mientras el Almería pidió otro penalti por mano de Gaspar y vio cómo su último remate lo escupió el larguero, los albiazules remontaron en sus dos únicas aproximaciones.
Como bien resumía Angel al término del encuentro, la plantilla albiazul terminó con las sensaciones tan encontradas que les dejó un empate muy meritorio por la forma en la que se produjo, pero que se antoja insuficiente porque mantiene el objetivo de la permanencia a doce puntos de distancia con una jornada menos y muchos más aspirantes.
El ayer goleador Gaspar prefería quedarse con lo positivo de lo demostrado sobre el terreno de juego y destacó la casta demostrada para empatar un partido con todo en contra. «Tal y como estaba el partido, este empate es muy positivo. El equipo ha sacado fuerzas de flaqueza, ha demostrado el coraje que tiene y hemos demostrado que somos un buen bloque. El equipo se ha puesto el mono de trabajo, se ha echado arriba, hemos metido los dos goles temprano y luego hemos terminado sufriendo, pero al equipo hoy hay que darle un 10 en el aspecto de ganas y mentalización y hasta final de temporada hay que seguir con estas ganas», declaró el defensa cordobés.
En este sentido, el defensor albiazul no pierde la fe en las posibilidades de ascenso. «Queda mucho, a ellos les quedan partidos difíciles y cosas peores se han visto. Ha sido un punto de moral ya que, en caso de perder, nos íbamos a quince puntos que era demasiada diferencia. Puede pasar de todo», agregó Gaspar Gálvez.
Entre los técnicos, después de que Piterman le hiciera de telonero en un discurso en el que alabó la amabilidad de los almerienses y en el que se mostró satisfecho por haber mantenido el gol average a favor con el Almería, Mario Luna hizo su particular análisis de la situación en la que el argentino valoró como justo y merecido el punto obtenido. Según Luna, que ayer volvió al banquillo albiazul, «nosotros empezamos un clausura, quedan 15 jornadas y empezamos puntuando y eso es importante siempre.
Sin llegar a la libertad que se desearía, han sido aleccionados de lo que deben decir, los jugadores albiazules gozarán desde hoy de la posibilidad de poder atender a los medios de comunicación con restricciones. La primera sesión semanal será además abierta al público.