La cabeza de una escultura del escritor italiano Dante Alighieri, patrimonio de una iglesia de Buenos Aires, fue durante casi un siglo el escondite de un mensaje dejado allí por el autor de la imagen, el austríaco Antonio Voegele, según ha revelado un grupo de restauradores.

La figura de Dante, que forma parte de uno de los altares de la Basílica de San Francisco, guardó en su interior desde 1908 una carta, una nota de un periódico argentino de esa época, otra de uno austríaco y monedas de cobre, entre otros elementos. «Yo saludo a quien encuentre estos escritos», señala el mensaje escrito de puño y letra por Voegele y hallado por un grupo de restauradores que trabaja en la conservación del templo, ubicado en el barrio de San Telmo.

La escultura de Dante integra un conjunto que se completa con las figuras de Giotto y Cristóbal Colón a un lado de la imagen central, que es la de San Francisco de Asís, un grupo escultórico creado por Voegele a comienzos del siglo XX. El arquitecto Francisco Ezcurra, uno de los responsables de la restauración, cree que la «delicadeza» de modelado de Voegele refleja que es obra de un artista «experto, con una notable elección de los personajes esculpidos».

«Deseo que Dios y San Francisco protejan esta obra y le den una larga existencia», dice la misiva hallada dentro de un sobre, y fechada el 3 de agosto de 1908.