Raimundo Fitero
Descafeinado
Y se sabe, cada ser humano tiene una manera específica de tomar el café, y en Antena 3 han comenzado un programa que se llama «Cafetería Manhattan», que podríamos decir que es un descafeinado de máquina, corto de café, con leche descremada y sacarina. No hay nada más patético que proponer un programa de humor que no haga gracia. Ni un programa ligado a la realidad, tan sectario, rozando el mal gusto de la caverna azulona y azulada. Eso es este programa, un lugar de promoción de programas de la cadena, de entrevistas, en el caso de la del martes, con Mariano Rajoy, y en donde los dos protagonistas, Miki Nadal y Santi Rodríguez, demuestran que sus mejores momentos han pasado y que ellos solos no son capaces de tirar de un espacio, que se repiten, hacen muecas, gestualidades pasadas de rosca, pero nada más.
Y algo muy importante en estos tiempos, la audiencia no les hizo ni puñetero caso. Por lo que apostamos doble contra sencillo de que no llegan a final de mes sin cerrar esa cafetería. Y es que han intentado colar como nuevo algo bastante usado, desde un exitoso y magnífico «El último café», que se emitía en TVE en blanco y negro las tardes de los sábados en donde entre los camareros estaban José Luis Coll y Antonio Garisa, y entre la clientela fija, estaba Tip, hasta la magnífica e inolvidable «Cheers», o si quieren podemos ponernos más saineteros y recordar que «Los ladrones van a la oficina» o «Menudo es mi padre» con El Fary sucedían en un bar, sin olvidarnos que en «7 vidas» la acción casi central pasaba en un bar, que en «Aída», lo mismo, al igual que «Los Serrano», que, por cierto, resistió sin Lucía muy bien en resultados de audiencia, por lo que se demuestra que en ocasiones los cambios son muy buenos, porque la entrega del pasado martes fue muy densa, es decir trabajaron los guionistas fuera de la rutina, y eso se notó para bien, como si todos apretaran para no perder comba.
Aquí entre las producciones vascas, «Goenkale» ha tenido siempre sus bares o «El gran Klikowsky» en donde Paco Obregón regenta un bar. Series en o con bares han sido muchas porque por ellos puede pasar la vida, pero si entra en aburrimiento, hay que cerrar.