Un informe de la OIT denuncia «la actitud discriminatoria de los empresarios franceses» y les acusa de «racismo». Según el estudio, cuatro de cada cinco veces los empresarios prefieren contratar a un trabajador francés que un magrebí o subsahariano. El Ministerio francés del Empleo y la Cohesión Social criticó ayer esa actitud de los empresarios y adelantó que desde 2003 existen instrumentos legislativos para la lucha contra la discriminación racial.

Sin embargo, desde organizaciones como SOS Racismo se exigió al Gobierno francés que actúe con firmeza «contra esa práctica» denunciada por la OIT en el informe que establece que sólo el 11% de los empresarios respetaron a lo largo de los procesos de contratación una igualdad de trato entre los candidatos sin tener en cuenta «ni su color ni su origen».

En el informe se recuerda que los empresarios recurren «a la mentira» para evitar la contratación de determinadas personas. La OIT ha controlado un total de 2.440 ofertas de empleo en Lille, Lyon, Marsella, Nantes, París y Estrasburgo de propuesta de trabajadores de entre veinte a veinticinco años y formados adecuadamente. La OIT destaca que se produjo una desigualdad en el trato de las peticiones de trabajo examinadas, ya que a los de origen francés se les dieron «más oportunidades» e, incluso, «les colocaron por delante de otros opositores de origen magrebí o subsahariano, dejando a estos últimos en fase de espera, mientras los franceses accedían de manera directa al puesto de trabajo».

Esta situación ha reabierto el debate sobre el racismo en el Estado francés y la falta de actuación desde el Gobierno en contra de esos empresarios.