Tiene 412 hijas lecheras y no ha visto una vaca en su vida
Duplex, un semental vasco número uno mundial
Los guionistas de «Vaya Semanita" no se pasaron por el centro de inseminación de Aberekin, en Derio, cuando idearon su eslogan «aquí no se folla". Duplex, un semental de raza holstein, tiene más de cinco mil hijas y su semen se lo rifan en todo el mundo. Eso sí, no ha visto una vaca en su vida.
Joseba VIVANCO
Es lunes. Son las siete y media la mañana. Justo es el vaquero encargado de despertar los 1.200 kilogramos de Duplex -llegó a dar en báscula trescientos más-. A continuación, un desayuno compuesto de cuatro kilos de pienso concentrado y paja a discreción. Media hora más tarde, Justo saca al animal de su establo -a oscuras, provisto de aire acondicionado y temperatura controlada- y lo encamina, con paso lento pero firme, hacia la zona de monta. Allí, es Miguel quien se encarga del precalentamiento. Delante, resignado, aguarda Nagore, un macho limousine. «El toro `salta' sobre otro toro», aclara, para sorpresa del profano, el veterinario Carlos Ugarte. «Todos los animales tienen dos reflejos sexuales: el primario, que les hace saltar sobre animales del mismo sexo, y el secundario, sobre el sexo contrario». En el caso de Aberekin, «desde pequeños enseñamos a los terneros a saltar sobre machos. Aquí, nuestros toros no han visto una vaca en su vida».
Duplex se alza sobre el sometido Nagore, momento que Miguel aprovecha para envainar el pene del semental y lograr su preciado semen. A las nueve de la mañana, la falsa monta se repite. Otro `salto', y de nuevo a recorrer los apenas cincuenta metros que le separan hasta su `carcel de oro', junto a Arti y Almería, sus dos compañeros de hastío. Y es que «los toros deben estar aburridos. Mucho tiempo tumbados. Así están confortables, con lo que la producción de semen es mejor. Si tuvieran estrés, ruido, rompería su ritmo», aclara de nuevo Ugarte, también director técnico de Aberekin.
A partir de ahí, más paja a discreción y descanso. Sobre las cinco y media de la tarde, otra vez pienso, y a descansar. Y así cada lunes y viernes, días de `salto'. Hasta hace dos meses, `saltaba' cada día, aunque una sóla vez. En cada monta, apenas cuatro centímetros de semen en el tubo de recogida. De ahí salen casi trescientas dosis. Cada una de ellas tiene un valor para el socio de Aberekin de 30 euros; para el resto, aumenta. En el mercado holandés se llegan a pagar hasta 200 euros. Duplex no es un gran productor, aunque su semen es de una calidad sobresaliente. Al año puede dar entre 60 y 80.000 dosis. «Es una pena, porque podría llegar a las 200.000», añade Ugarte. Y es que la demanda de este semental en todo el mundo supera con creces la oferta.
Duplex, un semental de raza holstein -tradicional para la producción de leche- cumplirá siete años el próximo día 27 y desde hace año y medio es la figura de esta otra cantera vizcaina, la de Derio -a sólo unos kilómetros de Lezama-. Aquí, Aberekein selecciona por todo el mundo las 50 mejores vacas lecheras, de las que adquiere cuatro embriones de cada una de ellas, que son implantados en otras pertenecientes a sus socios. Los teneros nacidos, unos cuarenta por año, serán puestos a prueba como aspirantes a sementales. De cada uno se hacen 1.200 inseminaciones para conseguir al menos un centenar de hijas, de manera que cuando sean vacas se evalúe su calidad.
La relación habitual es que de cada diez de esos terneros, sólo uno pase el examen; el resto, acaba en el matadero. «Se suele decir que de cada cien toros, sale uno que consigue tener una demanda internacional, que se mueve en los mercados», explica Carlos Ugarte. «Pero hay uno de cada mil que sale un pedazo de toro, del que todos los centros de inseminación a nivel mundial demandan su semen para lograr hijas. Y ése es Duplex», enarbola orgulloso.
Es el toro más cotizado en el mercado internacional de la genética. «Sus hijas dan mucha leche y con mucha proteína. Y morfológicamente son fuertes, animales anchos, con el pecho amplio, costillar profundo que deja mucho espacio al corazón, buen pulmón, buenas patas que garantizan longevidad, ubres bien insertadas», detalla. Tiene contabilizadas 412 hijas que ya son productoras de leche repartidas por todo el mundo, pero el número de nacidas supera las 5.000.
Otro punto a su favor es su genealogía. Es hijo de Durham, un laureado semental estadounidense cuyo semen no podía ser importado a Europa porque no cualificaba sanitariamente. Eso retrajo a los centros europeos. Pero Aberekin adquirió embriones suyos. Y de ahí surgió Duplex.
Hoy, este magnífico ejemplar está en la cresta de la ola. Pero ¿cuánto durará su reinado? Duplex tomó el relevo a Empire, el toro que hace cinco años llevó a Aberekein a codearse a nivel internacional y hoy sus hijas son número uno en lugares como Gran Bretaña, Canadá o EEUU. «Nos dio la tarjeta de presentación en la genética internacional», reconoce Ugarte. A Duplex, su sucesor, este experto cree que le quedan aún un par de años más en la élite. «En raza hosltein, lo máximo es estar dos años, porque a los siete u ocho años, genéticamente han desaparecido. Hay algunos que son capaces de mantenerse y aguantar hasta los nueve o diez años, como puede ser este caso», comenta. Ecatlan, un toro limousine de Aberekein, es la excepción. Todavía hizo un `salto' esta semana. Tiene 18 años y ha pasado del millón de dosis. «Es una reliquia», comenta.
Empire abrió el camino, Duplex mantendrá el tipo dos o tres años más, ¿y el relevo? En uno de los establos se muestran inquietos Poseidón, Sojo, Selex, Galindo, Elegante... hijos de estos campeones y que en Aberekin confían en que, en un mercado internacional en dura competencia con EEUU y Canadá, alguno de ellos vuelva a ser ese uno de entre un millar.
Saioa es un semental pirenáico del que Carlos Ugarte afirma que «es el más caliente en estos momentos». También, como su nombre indica, Sendoa tiene mucha demanda. Un paseo por los establos de Aberekein nos revela una riqueza de razas, pero también una amplia variedad de nombres. El director técnico revela que los toros son `bautizados' según el mercado al que se dirijan. «A los franceses, alemanes o estadounidenses les es imposible pronunciar Saioa. De ahí que se llamen Duplex, Emir, Dandy... ». Los hay que tienen marcas de coches, como Audi o Toyota, también de sierras y montes vascos en el caso de la raza pirenaica. Incluso hay una llamado Stalin. O Peter y Oslo, de raza roja sueca. ¿Y de futbolistas? «Se nos ocurrió llamar a uno Figo y en Catalunya nadie quería comprarnos su semen. Y no te cuento los problemas que tuvimos con uno al que llamamos Beckham... ».
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Los que tiene el centro Aberekin. Al año obtiene en torno a 1,5 millones de dosis de semen, de las cuales se venden 1,1 millones y el resto se conservan. La exportación internacional supone el 40%; el resto, mercado estatal.