«Nos tienen en su punto de mira pero no han entendido nada. Con esta actitud lo único que están consiguiendo es reforzarnos». Así de contundente se mostró ayer Andde Darraidou en la protesta que, con carácter festivo, había organizado la asociación Euskal Herriko Laborantza Ganberaren (EHLG) Lagunak para denunciar los ataques que, desde su creación, viene sufriendo. El último de ellos proviene del fisco, que ha decretado que las ayudas económicas de los particulares a EHLG no serán deductibles de los impuestos, decisión que ha sido recurrida ante los tribunales y cuya aplicación, por el momento, ha quedado suspendida.

La concentración se realizó ante el centro administrativo donde se ubica la Delegación de Agricultura. Atraídos por la trikitixa o los joaldunak, algunos curiosos se acercaban preguntándose si se trataba de un mercado especial. Entre los participantes en la protesta festiva, podían verse representantes de EHLG, de AB, Batasuna, EA, PNB así como de sindicatos y asociaciones.

Darraidou recordó que la asociación Herrikoa e, incluso, el pimiento de Ezpeleta cuando se creó la marca `Biperrak', fueron también objeto del desdén y la suspicacia por parte de las instituciones, que luego terminaron por aceptarlas y vanagloriarse de las mismas como si hubieran participado desde el principio.

Negras, pero ovejas

«Extraigamos nuestra fuerza de su estupidez y seamos fuertes porque lo vamos a conseguir» dijo el electo ezpeletarra antes de que Mixel Berhokoirigoin tomara la palabra para subrayar que las instancias del Estado no pueden soportar que, «cansados de reivindicar para no ser escuchados» se haya dado el paso de crear la Laborantza Ganbera: «Mientras éramos las ovejas negras estaba bien; eramos negras pero, para ellos, seguíamos siendo ovejas. Pero el día que, franqueando la línea amarilla, decidimos pasar a la acción, ya no está bien. No soportan que demostremos que puede haber otro modelo agrícola y que nuestro territorio necesita sus propias instituciones».

El presidente de EHLG, que aseguró que llegará el día en que la reconozcan oficialmente, apeló a seguir trabajando «para que el problema siga sobre la mesa hasta que se resuelva» y terminó su alocución exclamando: «Laborantza Ganbera ez hunki!», consigna que fue coreada por los presentes.