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«El `Síndrome de Svensson' es la primera película del Absurdo Pop" «Concursante»

Koldo LANDALUZE | BILBO

¿Es «El Síndrome de Svensson» la lógica prolongación de sus tres cortometrajes?

Me gusta creer que así es. A pesar del enfoque diferente con el cual afronté mis tres cortometrajes anteriores, me encanta pensar que en los tres bulle la misma locura surreal, irreverente y primitiva que ha impulsado este largometraje.

¿Sigue manteniendo una relación estable con su siempre admirado Luis García Berlanga?

Con el Maestro mantengo una excelente relación que se vio reforzada con las constantes conversaciones que manteníamos a raíz de la tesis doctoral que escribí sobre su filmografía. Esa relación ha ido creciendo hasta sentirme plenamente identificado con su particular cosmogonía de personajes y situaciones. Me encanta esa forma tan especial que tiene de plasmar en imágenes algo tan difícil como es el esperpento y, sobre todo, la facilidad con la que mueve en escena a la infinidad de personajes que entran y salen de sus secuencias. De todos modos, y a pesar de mi afinidad al cine kitch español y a obras maestras como «Amanece que no es poco», también he querido incluir guiños y homenajes a clásicos como «La noche del cazador» de Charles Laughton o «Una historia verdadera» de David Lynch.

¿Mantiene en la película la concepción berlanguiana y coral?

Es que disfruto viendo a Saza, José Luis López Vázquez y compañía charlando, cruzándose con otros personajes y entrelazando diálogos que a simple vista resultan incomprensibles pero que dan como resultado final una coherencia apabullante. Todo ello lo he querido plasmar en la particular odisea que protagoniza mi personaje cuando decide viajar en auto-stop a Xàtiva.

¿Por ese motivo las «road movies» siguen siendo la excusa perfecta para llevar a cabo ese tipo de situaciones en las que siempre aparece algo nuevo e imprevisible?

Nunca sabemos lo que el destino nos depara al doblar la siguiente curva. La road movie es uno de los géneros cinematográficos más sugerentes porque en él cohabitan perfectamente el drama y la comedia. En el caso de «El Síndrome de Svensson», el modelo de road movie funciona como excusa o detonante para la infinidad de situaciones en la cual orbitan una multitudinaria galería de personajes marcianos.

¿Qué importancia otorga a sus personajes?

Toda. Su apariencia absurda parece que les otorga de salida un plus extra de patetismo. No ocultan ni su soledad, ni sus desesperados intentos por escapar de la situación a la que se vieron abocados. Su patetismo es palpable, pero se ganan el cariño del espectador porque, incluso los más extremos -aquellos que descargan su lado más violento- muestran su lado más humano y su punto emocional más débil. En definitiva, que al igual que el resto de los mortales, lo que buscan es felicidad, amor y, sobre todo, amistad.

En éste su debut en el largometraje ha alternado en el reparto las presencias de actores-amigos como Nacho Vigalondo y Alejandro Garrido con veteranos como José Sancho y Fele Martínez.

Recuerdo mis primeras sensaciones cuando el 6 de junio de 2005 grite: «¡Acción!». Estábamos en una carretera olvidada de Cuenca y hacía un calor infernal. Tenía a Alejandro vestido con una camiseta de la selección sueca y a Lluvia Rojo sudando bajo un vestido de novia. Me pellizcaba constantemente, recordándome que, por fin, había iniciado el rodaje. Alternaba los nervios y la alegría. En esa situación tan apabullante se agradece el apoyo que me brindó un veterano como Pepe Sancho. Siempre mostró su plena disposición durante la filmación.

¿Cuáles son los síntomas de «El Síndrome de Svensson»?

Digamos que es un cóctel explosivo. En él tienen cabida todas las referencias posibles que nacieron de la cultura pop y basura. Su mal tiene su origen en la misma rutina cotidiana que padecemos y deriva hacia un modelo esperpéntico en el cual todo es posible. Tras muchos años experimentando, me congratula anunciar que «El Síndrome de Svensson» es la primera película del Absurdo Pop.

«Al leer el guión, los productores siempre me preguntaban si consumía drogas»

«Los primeros esbozos de la película datan del año 98. Cuando empecé a moverlo, las productoras no daban crédito a lo que estaban leyendo. Siempre me preguntaban si consumía drogas», recuerda Kepa Sojo. Ni siquiera la interminable lista de premios que logró con sus tres cortometrajes le sirvió de tarjeta de visita. Tras reescribir constantemente el guión, finalmente contó con la plena complicidad de Miguel González -socio de la productora «Nadie es perfecto»- para iniciar esta su primera aventura en el largometraje.

El punto de partida de este viaje a través de carreteras olvidadas se inicia con Angel Mari Svensson (Alejandro Garrido) ataviado con una camiseta de la selección sueca y haciendo auto-stop. Su intención es la de llegar a Xàtiva para encontrar una cura al extraño mal que padece. De improvisto, su odisea se verá alterada con la irrupción de una churrera (Lluvia Rojo) que huyó apresuradamente de su boda.

A partir de ese instante, el filme dará cobijo a una variada galería de personajes singulares que guiarán al protagonista hacia un macroconcierto caótico en el cual actuarán los imaginarios KU-3, el grupo más cañero, alcoholizado y drogadicto de la escena internacional.

Rodada en Cuenca y Valencia, el largometraje tiene uno de sus principales alicientes en los cuarenta «ladrones de escenas» que participan en la trama, entre los cuales figuran rostros tan conocidos como los de José Sancho, Fele Martínez, Martxelo Rubio, Nacho Vigalondo, Andoni Agirregomezkorta, Adría Collado, Lucía Hoyos o Eulalia Ramón.

Tal y como apunta el realizador alavés, el ambiente que se vivió durante el rodaje fue «extraordinario». «Rara era la ocasión en la que, finalizadas las tomas, no nos reuniéramos para disfrutar de unos tragos y unas risas. Espero que todo ello quede reflejado en la película». K.L.

KEPa SOJO

DIRECTOR DE CINE

Tendemos a imaginar a Kepa Sojo enfundado en una camiseta del Athletic mientras ultima su explosiva puesta de largo. Tras los cortometrajes «Cien maneras de hacer el pollo al chilindrón» y «Looking for Chencho», el laudioarra debuta en el formato grande con «El Síndrome de Svensson».

GARCÍA BERLANGA

«Me encanta su forma de plasmar en imágenes algo tan difícil como el esperpento y la facilidad con la que mueve en escena a infinidad de personajes»

PERSONAJES

«Su apariencia absurda les otorga más patetismo. No ocultan su soledad, ni sus desesperados intentos por escapar de la situación a la que se vieron abocados»

«Al leer el guión, los productores siempre me preguntaban si consumía drogas"
Inicio del rodaje

«Estábamos en una carretera olvidada de Cuenca con un calor infernal. Me pellizcaba constantemente para recordarme que, por fin, había iniciado el rodaje»

EL SÍNDROME

«Es un cóctel explosivo en el que caben todas las referencias que nacieron de la cultura basura y pop. Su mal tiene su origen en la rutina que padecemos»

Ficha

Dirección y guión: Rodrigo Cortés.

Producción: J. Fernández, I. Salazar-Simpson, W. Pancho y Luis Collar.

Fotografía: David Azkano.

Montaje: Víctor Reyes

Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Chete Lera, Miryam Gallego, Fernando Cayo, Myriam de Maeztu.

Duración: 88 mts.

País: Estado español, 2007. Comedia.

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