Tras mucho marear la perdiz durante la semana, Bruesa GBC se enfrentó ayer a un CB Granada sin Curtis Borchardt, de baja por culpa de una subluxación en un hombro. Tal baja se notó, y hubo esperanzas de victoria para los de Porfi Fisac. Sin embargo, tras jugar un partido malísimo, sobre todo en el tiro ex terior, perdieron con merecimiento por 80-68.

La ocasión la pintaban calva para vencer lejos de Illunbe, cosa que Bruesa GBC no logra desde el 18 de noviembre en el Palau Blaugrana. La ausencia de Borchardt hizo que ambos equipos pecaran de ansiedad, aunque los de Sergio Valdeolmillos comenzaron mucho mejor, de la mano de Junyent y Pecile, adelantándose 13-6.

Fue entonces cuando Bruesa GBC se desperezó. Apretó la defensa y, a trancas y barrancas, con una inusual seguridad desde la línea de tiros libres, fue sumando puntos. Al final del primer cuarto, tras culminar un parcial 0-17, se llegaba 13-23.

El público granadino abucheaba a su equipo al final del cuarto y, como por algún extraño sortilegio, Bruesa GBC se confió y se durmió en los laureles. Se encontró ganando 22-29 y, en tres minutos había encajado un 10-0 de parcial. La defensa -Doblas estuvo irreconociblemente blando- hacía aguas y el ex Bruesa Nacho Martín y Pecile, el mejor de ayer, martilleaban la canasta donostiarra.

Mulaomerovic puso orden en el partido y volvió a adelantar a su equipo. También ayudó la gran defensa colectiva, especialmente de Fajardo y Pavlidis, dos auténticos gladiadores.

No obstante, el segundo período terminó con un triple de Sanmartín de libro: penetración del base, y castigo de la ayuda con un pase al desmarcado. El 39-37 final no hacía justicia, pero sí presagiaba lo que vendría.

Y lo que vendría fue que CB Granada saltó con más rabia que el cuadro guipuzcoano y se fue en el marcador a base de rebote y tiro exterior. Gianella, Pecile y Sanmartín campaban a sus anchas, mientras Bruesa GBC sufría para anotar 10 tristes puntos. Con 55-47 en el marcador las cosas se presentaban muy negras en el horizonte donostiarra.

Triste final

El último cuarto comenzó con una defensa mixta de Bruesa -triángulo en zona y dos en individual- que dio sus frutos, pero fatal en ataque, obsesionado con el triple. El partido se iba.

Ocho puntos consecutivos de Bradley daban alguna esperanza a los guipuzcoanos y el conjunto nazarí estaba ahogado en defensa por las faltas. No obstante, en ataque sus tiradores perforaban la defensa mixta. A falta de cinco minutos Granada ganaba 66-57, tras un triple de Martín.

El problema de Bruesa en ataque era terrible, con sólo dos triples anotados en todo el partido, mientras los granadinos aseguraban la victoria desde más allá de 6,25 metros. Con 70-62 los de Fisac tuvieron una última oportunidad, pero volvieron a errar los triples. El graderío andaluz acabó festejando la victoria ante un triste Bruesa GBC.