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DERBI Los rojillos terminan con su crisis en Liga y aumentan la de los bilbainos

Osasuna saca pecho y deja al Athletic hundido en sus miserias Sólo el primer triunfo fuera vale para creer en el éxito

Los navarros dejan en evidencia que están un par de peldaños por encima de un conjunto rojiblanco que nunca puso en duda la superioridad de su rival. El Athletic continúa con su caída en picado mientras los rojillos consiguen alejarse de la parte baja de la tabla. El único resultado válido en un campo que se ha dado bien en situaciones límites es la victoria para que el optimismo y la tranquilidad rodee al equipo en las próximas dos semanas por el parón liguero

ATHLETIC 0
OSASUNA 3

Manex ALTUNA | BILBO

La diferencia existente a día de hoy entre los dos equipos salió a relucir en un partido de vital importancia para el porvenir de ambas escuadras en el campeonato de Liga. Osasuna se impuso con más facilidades de las previstas a un Athletic que sigue sin levantar cabeza. Los rojillos fueron muy superiores y evidenciaron estar por encima en todo tipo de recursos.

El conjunto rojiblanco camina cuesta abajo y sin frenos a gran velocidad. Huele a muerto. Volvió a fallar en un partido trascendental para sus intereses y ya no puede caer más abajo. No reacciona y las oportunidades van a acabar por terminarse. Una vez más, el equipo de Mané no pudo responder a las expectativas generadas en su afición y ofreció su peor cara.

Por contra, Osasuna toma aire y, gracias a la victoria obtenida, se aleja a ocho puntos más el goal average de los puestos de descenso. Al equipo de Ziganda le salió todo a pedir de boca y dominó el encuentro de cabo a rabo. El Athletic no pudo poner en duda su triunfo y, salvo cinco minutos de calentón en el segundo tiempo tras la entrada de Urzaiz y Garmendia, no ofreció nada en ataque.

Mané planteó el partido como si el Athletic jugara fuera de casa y cedió la iniciativa a Osasuna. Aunque se esperaba que los rojiblancos iniciaran el partido en tromba espoleados por la afición, se lo tomaron con calma.

Ni un San Mamés entregado con su equipo sirvió para que impusieran un ritmo alto. El Athletic no quería cometer ningún error defensivo por un descuido y prefirió armarse atrás para salir al ataque al robar algún balón. Ese fue uno de los motivos por los que el entrenador rojiblanco se decantó por Aduriz como ariete.

Al conjunto navarro tampoco le interesaba demasiado controlar la posesión y ninguno de los equipos apostó por ir a por la victoria. Los rojiblancos buscaban a sus jugadores más ofensivos con balones en largo o se limitaban, sin mucho acierto, a las jugadas a balón parado para crear peligro.

Poco a poco

En los primeros minutos, los rojiblancos desperciaron tres faltas al borde del área. Tan sólo en una de ellas Aduriz consiguió rematar de cabeza un balón que se marchó arriba. Un lanzamiento lejano de Iturriaga completó el escaso bagaje ofensivo de los bilbainos.

Osasuna, en cambio, con un ritmo pausado se fue acercando a la portería sin meter ruido. Soldado estaba muy metido en el partido y su primer aviso no tardó en llegar. El delantero rojillo marcó un gol legal, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego posicional de un compañero suyo.

El equipo bilbaino no espabiló pese a recibir el susto y, a la media hora, una nueva aparición de Soldado provocó que se adelantaran los navarros en el marcador. Clos Gómez se volvió a equivocar de nuevo en su decisión y decretó penalti un cuerpo a cuerpo en el que el punta valenciano se dejó caer ante Amorebieta.

Muñoz no flaqueó en la ejecución de la pena máxima y el desánimo cundió en el Athletic. Si el propósito era evitar un gol en contra que dejara el partido cuesta arriba, los planes no pudieron salir peor. Los locales apenas inquietaron a Ricardo en un primer tiempo cómodo para Osasuna, que se marchó por delante en el marcador al descanso sin despeinarse. La única reacción rojiblanca llegó con un cabezazo de Javi Martínez que el portero de los iriundarras envió a córner.

El segundo, tras el descanso

El Athletic estaba alicaido, y por si fuera poco, en el primer minuto de la segunda parte recibió una herida de muerte al enpalmar David López un despeje de Amorebieta en la frontal del área. A los rojiblancos no les quedaba otra y Mané dio entrada rápidamente a Urzaiz y Garmendia.

El revulsivo funcionó de inmediato y el Athletic dispuso de varias opciones para disminuir la renta. La más clara, un remate de Javi Martínez en un córner al larguero. El joven navarro retrasó su posición al centro del campo con los cambios. Parecía que el conjunto bilbaino iba a poder resurgir de sus cenizas, pero fue un mero espejismo. Ziganda reaccionó pronto, metió a Patxi Puñal para fortalecer su medular y consiguió enfriar el partido. Osasuna volvió a marcar el tiempo e Izquierdo terminó con cualquier posibilidad de remontada con el tercer tanto.

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