Eusko Alkartasuna se abstuvo ayer en la votación en Juntas Generales de Gipuzkoa de la enmienda a la totalidad presentada por IU a la rebaja del Impuesto de Sociedades, con lo que, además de impedir la devolución de la propuesta, la formación presidida por Begoña Errazti ha postergado al menos una semana (hasta su aprobación definitiva el día 30) su toma de posición en un tema en el que su capacidad de maniobra es mínima. EA cuestiona la rebaja acordada por PP y PNV a través de las diputaciones y el Gobierno de la CAV y la forma en que ambos partidos habrían patrimonializado esas instituciones, con una decisión que no es compartida por algunos de los socios en el tripartito de Lakua y en las diputaciones de Gipuzkoa y Bizkaia. Pero sus críticas no casan bien con la ambigüedad de la abstención en la única institución de las implicadas en la que las fuerzas contrarias a la medida pactada por PP y PNV pueden hacer valer su posición. EA ha argumentado su abstención en el objetivo de posibilitar acuerdos, pero esta formación política tiene limitado su campo de maniobra. A no ser que EA vea posible un acuerdo con otras formaciones políticas que sea contrario a lo aprobado por su principal socio de gobierno. ¿O se trata, precisamente, de que la campaña electoral ha empezado ya en Gipuzkoa?