El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Palestina, John Dugard, se refirió a que la ocupación por parte de Israel de estos territorios «contiene elementos de colonialismo y apartheid». En la presentación de su informe al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, acusó a Israel de «mostrar poco respeto por la vida de las familias palestinas, miles de las cuales están separadas por las leyes israelíes».

Dugard sostuvo que «los asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania, con casi medio millón de personas, constituyen una forma de colonialismo» y violan la Cuarta Convención de Ginebra. Asimismo, constató elementos que asemejan la situación palestina a la que vivían los sudafricanos negros durante el apartheid.

Recalcó la «urgencia» de que la comunidad internacional alcance un consenso para resolver este conflicto, pues «se ha convertido en el único en el que un pueblo en desarrollo es brutalmente subyugado por un régimen afiliado a Occidente». De manera crítica observó que los países occidentales «no pueden esperar que el mundo en desarrollo se preocupe por las violaciones de los derechos humanos en Darfur, Zimbabue o Birmania, si ellos no lo hacen con respecto a los palestinos».

También ayer, un informe reciente del Programa Mundial de Alimentos (PAM) y a Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) constató que el 34% de los palestinos de Cisjordania y Gaza (51%) sufren «inseguridad alimentaria», ya que no pueden permitirse una alimentación equilibrada y un 12% están en peligro de llegar a ese estado.

Además, la Oficina Central Palestina de Estadística (OCPE) informó de que el consumo de agua de las colonias judías en Cisjordania asciende a unos 2,2 millones de metros cúbicos, sustraídos de los pozos ubicados en territorio palestino.

La OCPE denunció que consumen hasta nueve veces más agua por persona que los palestinos, en un lugar donde la escasez de agua es «más obvia y aguda», ya que sufre un déficit de este elemento y no tiene el control de los recursos limitados, que está en manos de Israel.

Uno de los principales responsables de esta situación, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó ayer que Israel está dispuesta a hacer «concesiones dramáticas, dolorosas y rudas» para alentar el diálogo con los palestinos, sus «enemigos». Manifestó que la iniciativa de paz de Arabia Saudí podría ser «una base oportuna» para continuar los contactos entre israelíes y árabes moderados.

Su ministra de Asuntos Exteriores, Tzibi Livni, anunció el boicot del Gobierno de Tel Aviv a las organizaciones internacionales cuyos representantes se reúnan con Hamas.

Un niño muerto

Ayer en un enfrentamiento entre milicianos de al-Fatah y de Hamas en Gaza, un niño palestino de dos años falleció y otra niña resultó herida de gravedad en Cisjordania cuando un grupo de personas apedreó el coche en el que viajaba al creer que estaba ocupado por israelíes.