Campeonatos del Mundo de cross
Tadese acaba con el dominio de un Bekele desfallecido
El eritreo se impone en el infierno de Mombasa y el etíope abandona. La keniata-holandesa Kiplagat controla la carrera femenina. Ainhoa Sanz, la 57ª
Miren SAENZ | DONOSTIA
Zersenay Tadese logró ayer el mayor éxito de su carrera deportiva, convertirse en el nuevo campeón del mundo en el infierno del campo de golf de Mombasa. Allí, con 34 grados de temperatura y un 85% de humedad que endurecieron el certamen junto al mar, el eritreo se reivindicó ante el gran favorito, un Kenenisa Bekele desfallecido, que tuvo que abandonar.
El etíope encabezaba los 12 kilómetros que parecían destinados a convertirle en el primer hombre que se adjudica seis oros en el cross largo, superando a los keniatas John Ngugi y Paul Tergat, cuando se vio alcanzado por Tadese y comenzó a evidenciar signos de debilidad.
En Kenia, la principal potencia mundial del campo a través a cuyos atletas reventaba Bekele sin contemplaciones, sufrió una pájara, que según los responsables de su equipo se debió a problemas estomacales que le impidieron obtener su decimosexto oro, su medalla número 26, y acabaron con su prolongada racha de imbatibilidad en cross que ya duraba seis años.
El eritreo, de 25 años, fue el hombre feliz. Tadese, un asiduo durante los últimos años a los podios de los crosses vascos y que el pasado verano intentó sin conseguirlo batir el récord del mundo de 10.000 metros en Oñati, ya había sido subcampeón mundial de cross y medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas, pero ayer destronó al emperador que reconsideró su decisión de no participar y al igual que su hermano Tariku se tuvo que retirar.
La carrera senior femenina fue para Lornah Kiplagat, keniata de nacimiento y con pasaporte holandés, que sigue aumentando su estupendo palmarés.
Ainhoa Sanz aguantó los 6 kilómetros de la carrera júnior para concluir en el puesto número 57 en su primera participación en un Mundial. La urretxuarra mejoró en un puesto su resultado del Europeo.