Desde que se diera inicio a las conversaciones para la puesta en marcha de un proceso de paz en Irlanda han sido muchas las fechas que han marcado el devenir de este conflicto. Hoy es otra de ellas, al tratarse del día en que debiera formarse el Gobierno autónomo para el norte de Irlanda surgido de las pasadas elecciones, y compuesto por cuatro partidos entre los que se encuentran el unionista DUP y el republicano Sinn Féin. Había algunos elementos que posibilitaban alimentar ciertas dosis de esperanza, sobre todo los nuevos pasos dados por el Sinn Féin para facilitar el desbloqueo de las posturas unionistas (policía autónoma), pero también el compromiso de Londres de aumentar el denominado «dividendo de paz» si el gobierno se constituía en la fecha prevista... Pero en las últimas jornadas las esperanzas parecen desvanecerse, máxime después de que este sábado, el partido que lidera Ian Paisley aprobara un documento pidiendo a Londres un nuevo plazo para presentar sus representantes.

El Gobierno británico, que ayer insistía en mantener el plazo, había advertido que, de no respetarse, suspenderían indefinidamente las instituciones norirlandesas y los gobiernos de Londres y Dublín gobernarían de forma asociada el norte de Irlanda. Esa firmeza ante la evidente intención de bloqueo por parte de los unionistas del DUP, la misma que ante los últimos movimientos del partido de Paisley reclamaban a Londres los representantes republicanos, parecía tambalearse ayer.

De ser cierto que Londres estaría dispuesto una vez más a acceder a las maniobras de dilación, si esta fecha que debiera resultar clave para el avance del proceso irlandés queda en agua de borrajas, no será sólo responsabilidad de los unionistas. Londres y Dublín tienen en sus manos el control de las instituciones, y deben responder con firmeza. Lo contrario supondría seguir dejando la gestión, los ritmos y el propio proceso de paz en manos de quienes se niegan a transitar por un camino que tiene como objetivo la libertad y la paz para el conjunto de los ciudadanos de Irlanda.