El Bruesa GBC cayó por primera vez en toda la temporada a los puestos de descenso a la Liga LEB cuando apenas faltan ocho encuentros para finalizar la liga regular en tan sólo mes y medio y, además, con el contratiempo de que su máximo anotador, Devin Smith, se ha roto.

Mal pintan las cosas en la capital guipuzcoana precisamente cuando cada vez queda menos margen de maniobra para el desenlace final, más aún teniendo en cuenta que el Bruesa ha de jugar los dos siguientes partidos fuera de casa en tierras madrileñas contra el Estudiantes y el Fuenlabrada y, de las ocho finales restantes, cinco deberán hacerlo en canchas foráneas.

La derrota ante el Winterthur FC Barcelona entraba dentro del guión, pero cuando los de Porfi Fisac sólo pescan en aguas del Cantábrico se ven obligados a amarrar todo lo de Illunbe porque, de lo contrario, vivirán un fatal final de temporada.

El conjunto donostiarra ha despilfarrado numerosas oportunidades de vencer fuera de casa y, cuando cabe la posibilidad de perder sobre el papel, no lo puede hacer porque no tiene un colchón de seguridad para poder fallar.