Tras la retirada de una antena del barrio iruñarra de Orbina, el Colectivo de Afectados por la telefonía móvil de Nafarroa prosigue la movilización. El pasado sábado medio centenar de personas se reunieron en el kiosko de la plaza del Castillo, reivindicando que la «salud es lo primero» y exigiendo que la antenas sean sacadas de los cascos urbanos.

De ese modo pidieron que «se exponga a la población a la mínima cantidad de radicación posible, buscando alternativas tecnológicas que lo hagan posible y que protejan a los vecinos afectados y a los usuarios de la telefonía móvil».

Los representantes de la organización plantearon, además, una moratoria ante el «descomunal despligue inalámbrico» que, en su opinión, tendrá lugar en el futuro.

Consecuencia desconocida

Su demanda se sustenta en la convicción de que «se desconocen las consecuencias de toda esta locura en el futuro» y en los estudios que alertan de los riesgos de convivir con una antena de telefonía instalada a poca distancia.

Para el caso de Nafarroa, el colectivo reivindicó que se modifique la Ley Foral 10/2002 de control de emisiones electromagnéticas, para poder así reducirlas al mínimo posible.

El Colectivo de Afectados por la telefonía móvil de Nafarroa denunció también que en el conjunto del Estado español «se llegan incluso a hacer enormes promociones de móviles para menores, cosa que en países europeos ya se contraindica por la sanidad pública y por los pediatras».