Artium, en colaboración con La Caixa, presenta un encuentro entre los fondos de ambas instituciones. Un total de 19 obras contemporáneas de 18 creadores componen «Amar, pensar y resistir». Se trata de una reflexión con la que los comisarios Daniel Castillejo, de Artium, y Nimfa Bisbe, de La Caixa, pretenden mostrar que el diálogo que el artista entabla por medio de su obra es un grito de vida.

«El artista no es elitista, como tantas veces se ha querido hacer creer, sino una persona de la calle que tiene sus problemas y en su obra plantea su vida», apuntó Nimfa Bisbe. La comisaria mencionó, como ejemplo, la videoinstalación de la finlandesa Eija-Liisa Ahtila, quien, en una doble pantalla, muestra la historia de una pareja divorciada. «Es la vida misma», dijo la comisaria de La Caixa.

Crítica sobre la guerra en Irak

La selección de los fondos de ambas instituciones se ha realizado entre más de 9.000 obras, mostrando finalmente un total de 19 esculturas, pinturas, fotografías y videoinstalaciones. Según resaltaron sus encargados, es una exposición de carácter temático en la que las creaciones mantienen un alto compromiso intelectual y emocional.

Daniel Castillejo hizo hincapié en que, «aunque mucha gente piensa que el mundo del arte está vendido al sistema y es frívolo, en realidad, el arte tiene la capacidad de plantear cuestiones intelectuales, emocionales y políticas».

Ilustrativas de esta afirmación son las obras del recién disuelto colectivo El Perro, conformado por Ramón Mateos, Iván López y Pablo España. Una fotografía muestra a un soldado patinando en un lugar que recuerda a Irak («Skating Irak», 2005). Junto a ella, una escultura de resina («Memorial», 2005) hace una explícita crítica de la humillación al enemigo: sobre tres prisioneros de guerra desnudos, patina un skater. Ambas piezas pertenecen a los fondos de Artium y se muestran por primera vez con motivo de esta colectiva.

La muestra la abre una película de Tacita Dean, de seis minutos. Unas mujeres ancianas turcas aparecen en un balneario. «Son imágenes muy difíciles de conseguir, ya que está prohibido grabar dentro - explicó Bisbe-. Están enfermas, pero al final, como si se tratara de una fuente de salud, salen de allí jóvenes». Este es uno de los ejemplos que apela a la experiencia intimista del autor de indagar en las emociones de la condición humana.

La obra del neoyorquino Bill Violla, por su parte, muestra imágenes de personas que, amordazadas y con los ojos cerrados, no pueden hablar, ni mirar. Su obra hace una clara referencia a la comunicación. Gui- llermo Kuitca recrea, en acrílico sobre tela, un espacio dramático que recuerda al plano de una ciudad. Elena del Rivero convierte su mundo interior en una experiencia visual a través de una instalación integrada por trescientas cartas dirigidas a la figura de su madre. Una de las obras que impacta por su dureza es la titulada «Matanza en Racak», un óleo de Simeón Saiz. Simula una imagen de televisión pixelada que recuerda a la guerra de Bosnia.

La muestra también incluye obras de Txomin Badiola, Stephen Dean, Antoni Abad, Doug Aitken, Francisco Ruiz de Infante, Montserrat Soto, Leopoldo Ferrán, María Ribot, Eva Lootz y Eulalia Valldosera.