La velocidad a la que se están desarrollando las innumerables infraestructuras junto con el frenético ritmo de vida desbordan la capacidad de trabajo de las organizaciones «medioambientalistas». Diferentes grupos unimos nuestras voces para llamar la atención del público y de los estamentos gubernamentales en relación a las obras de ampliación de la A-8. Pocos dudan que si en los 70 se hubiesen contado con los adelantos técnicos y los conocimientos de ahora se habría realizado de diferente manera. Entre estos conocimientos, los relativos a la seguridad del tráfico pero también los relativos al aspecto medioambienal.

En este momento nos queremos referir al tramo de autopista que va desde Orio a Zarautz, pues separa los enclaves protegidos del Parque Natural de Pagoeta y Ria del Oria, protegidos como Lugares de Importancia Comunitaria y el Biotopo de Iñurritza. Espacios que intentan conservar el espacio para la conservación de especies animales y vegetales.

Al citado tramo se le realizó el Estudio de Impacto Ambiental el año pasado y se encuentra pendiente del Diagnóstico de Impacto ambiental por parte de la Diputación y desde el Departa- mento de Medio Ambiente de Lakua se están realizando consultas entre las instituciones afectadas, por lo que creemos que es el momento para solicitar que la trinchera que se abre de Zarautz a Donostia sea acondicionada como túnel artificial, cubierto con los materiales de excavación de la ampliación de la calzada y evitaría la saturación de los vertederos circundantes.

Podrán decir que esta opción saldrá algo más cara pero ahora es el momento de empezar a subsanar errores pasados y no de tropezar de nuevo con la misma piedra.