El descenso de las precipitaciones dieron ayer un respiro a los caudales fluviales, que recuperaron la tendencia a la normalización en la mayoría de las cuencas vascas. Los problemas más significativos se registraron en Nafarroa, mientras en Araba el Zadorra conseguía superar la presión de los desembalses.

Sendos desbordamientos provocaron el corte de las carreteras NA-124 entre Caparroso y Zarrakastelu y NA-6140 entre Tafalla y Miranda Arga. También se registraron problemas en el polígono de Landaben en Iruñerria.

El consejero de Interior del Gobierno de Nafarroa, Javier Caballero, restaba importancia a estos episodios, que calificó de «puntuales». También añadió que «las mayores avenidas, pero ya sin situación de riesgo, aunque en estos casos hay que decir las cosas con mucha prudencia, parece que se van a producir en la confluencia de los ríos Ega, Arga y Aragón, en Andosilla y Castejón».

Desembalses en Araba

El desembalse en las presas alavesas aumentó ayer hasta los 50 metros cúbicos por segundo, tras descender de nivel el Río Zadorra, sin que se registraran problemas importantes por el incremento del cauce.

El aumento del ritmo de desembalse fue autorizado por la Mesa de Seguimiento de la situación de los embalses alaveses, coordinada por la Dirección de Aguas del Gobierno de Lakua, tras contactar con la Confederación Hidrográfica del Ebro.

La decisión se adoptó tras observar que el río Zadorra bajaba de nivel y, por tanto, el caudal podía asumir una cantidad mayor de agua. De esta manera, y por primera vez desde el lunes, ayer se comenzó a desembalsar más agua de la que entraba en la presa.

El objetivo es seguir aminorando el nivel de los pantanos alaveses para que, en caso de precipitaciones fuertes, puedan asumir la entrada de más agua sin dificultades, si bien las previsiones meteorológicas no anuncian lluvias fuertes.

El desembalse comenzó en Ullibarri el lunes a las 15.00 horas a un ritmo de diez metros cúbicos por segundo.