Los activistas colgados en lo alto de la chimenea de la central térmica de Iberdrola en Pasaia decidieron ayer continuar con su protesta, a 80 metros del suelo, soportando el frío y la lluvia.

Por la tarde se concentraron para mostrar su apoyo a los protagonistas de la protesta miembros de plataformas y asociaciones ecologistas de Gipuzkoa Ekologistak Martxan, Elkarten, Platafor- ma anti incineradora de Gipuzkoa, Jaizkibel Bizirik y Pasaiko Zentral Termikoak ez.

Contradicciones

Según explicó la miembro de Greenpeace Raquel Montón, el presidente de Iberdrola, en declaraciones realizadas en Bilbo, «respalda el trabajo de Greenpeace, y apuesta por las energías renovables como solución, confirma la cantidad de emisiones de CO2, y que hay que cerrar las centrales de carbón», pero «elude su responsabilidad» en el cierre de la de Pasaia.

Montón señaló que la semana próxima «el Gobierno va a presentar la segunda parte del `Informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático'» y aseguró que «todos nos vamos a rasgar las vestiduras respecto a la catástrofe del cambio climático». Añadió que «el momento de actuar es ahora», pero «las compañías y administraciones tiran la pelota de un tejado a otro».