«Borges ofrece en `Manual de zoología fantásica' un pequeño universo de pesadilla», dijo ayer en un acto conmemorativo el crítico mexicano Emmanuel Carballo, quien hace ahora cincuenta años se ocupó de la primera edición del libro.

«Los 82 animales que nos ofrece el volumen son una especie de parque zoológico onírico, en el cual Borges recrea experiencias literarias, filosóficas y teológicas que él y Margarita Guerrero, su novia por muchos años, habían rescatado de textos históricos, sagrados y mágicos chinos, hindúes o de la Europa medieval».

En conjunto, el libro es «una gigantesca mentira», aunque con numerosos datos verdaderos. «Digamos que el minotauro es una ficción, pero las partes que lo integran, o sea, el toro y el hombre, son tangibles», afirmó Carballo.

El crítico recordó que cuando Jorge Luis Borges escribió «Manual de zoología fantástica» ya tenía 60 años y empezaba a perder la vista.