La izquierda abertzale registra una nueva formación política
Otegi subraya el compromiso para construir un proceso democrático
A pesar de que Arnaldo Otegi afirmó de manera tajante que con el registro de una nueva formación política se ha cumplido «escrupulosamente" con la Ley de Partidos, no fue ésa la razón de ser de la comparecencia de ayer. Incidió en que el contexto actual se rige por «la oportunidad real" de superar el conflicto, razón por la cual la izquierda abertzale ha decidido dar «un paso más" de forma constructiva y positiva.
Gari MUJIKA | DONOSTIA
La izquierda abertzale expuso ayer las razones por las que ha registrado en el Ministerio español del Interior una nueva formación política -que atiende al nombre de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB)-, que resumieron en una frase reiterada a lo largo de su comparecencia: para «responder de forma positiva y constructiva» a la actual coyuntura política, volviendo a mostrar la voluntad de emprender un proceso democrático que resuelva de forma definitiva tanto el conflicto político y armado como sus consecuencias.
Una coyuntura política que fue el principal y único hilo conductor de la rueda de prensa de Donostia y que Arnaldo Otegi concretó de la siguiente manera: «Hoy, este país, en la primavera de 2007, tiene una puerta abierta a la resolución definitiva y democrática del conflicto político y todas sus consecuencias. Una oportunidad que realmente existe y que no debemos desaprovechar». Por tanto, explican que la creación de un nuevo partido político es «otro paso más» que realiza la izquierda abertzale con el único objeto de impulsar de forma positiva y constructiva el actual escenario, que ya tiene sobre la mesa «la oportunidad real» de superar el contencioso político que enfrenta a los estados español y francés con Euskal Herria.
Aunque la comparecencia se situaba en torno al registro de una nueva formación política, los representantes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, Joana Regueiro, Marije Fullaondo, Joseba Permach, Pernando Barrena y Maite Díez de Heredia ni siquiera nombraron sus siglas. Es más, como muestra del claro enfoque en pro de un proceso democrático que la izquierda abeertzale otorga a la nueva iniciativa política, no se hizo mención alguna al proceso electoral en ciernes.
Una ley «antidemocrática»
Sí mencionaron, en cambio, el valor que se le debe dar también a este nuevo paso. Con ese fin, con el de comprender las iniciativas que ha impulsado la izquierda abertzale en los últimos meses, el mahaikide insistió en que, a su juicio, «es absolutamente necesario» construir cualquier análisis sobre esas propuestas teniendo en cuenta el contexto político. Una coyuntura, tal y como subrayaron por activa y por pasiva, que está marcada por la «oportunidad real» de la superación definitiva del conflicto político.
«Y la inscripción en el registro del Ministerio del Interior cumpliendo y cumplimentando la Ley de Partidos» también responde, según el dirigente independentista, a la situación existente de forma «positiva y constructiva». «Porque, ni más ni menos, eso es lo que ha hecho la izquierda abertzale: cumplir la Ley de Partidos escrupulosamente. Cumplirla aún diciendo y volviendo a recalcar que desde nuestro punto de vista es absolutamente antidemocrática», prosiguió.
«La izquierda abertzale también ha dado ese paso», afirmó tajante el político de Elgoibar que incidió en que para el registro de esta nueva formación se ha atendido concienzudamente a lo expuesto en la Ley española de Partidos Políticos, realizando así una nueva iniciativa política para poner en marcha el proceso democrático.
En palabras de Arnaldo Otegi, la constitución de esta nueva formación se debe a que «en este caso también, partiendo de una situación antidemocrática queremos alcanzar una situación democrática».
Un valor añadido de la iniciativa que se dio a conocer el martes por la tarde y que vuelve a poner de relieve la propuesta política para una transición democrática presentada en el Anaitasuna. Y de la que se puede extraer la aceptación por parte de la izquierda abertzale de emprender el cambio político en Euskal Herria partiendo de la actual situación política que, a su juicio, «es absolutamente antidemocrática», y que, además, resuelve «de forma definitiva» el conflicto político y armado que padece este país con los estados.
«No estamos planteando ningún tipo de reto a nadie». Con esta frase recalcó que la inscripción de un nuevo partido sólo responde a la perentoria necesidad de impulsar el proceso democrático en Euskal Herria y la voluntad inequívoca para ello del conjunto de la izquierda abertzale, y no a supuestos pulsos con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «Estamos planteando la puerta abierta a la construcción de un futuro diferente en este país», subrayó.
Teniendo en cuenta «la dimensión de lo que nos estamos jugando», recordó las tres condiciones que, según entiende la izquierda abertzale, se deben cumplimentar para emprender el diálogo. Que ese diálogo esté sustentado en una agenda política que responda a las raíces del conflicto -vertebración territorial y derecho a decidir-; que existan garantías de condiciones de igualdad para todos los participantes; y que ese proceso de desarrolle «en ausencia de todo tipo de violencia».
La izquierda abertzale considera que esas tres premisas engloban la oferta de proceso que han realizado «permanentemente» y recuerda que, en coherencia, han planteado diversas iniciativas para desbloquear los diferentes obstáculos que se han presentado en el tiempo. Así, recordó que en Anoeta se plasmó un método para el proceso, y que en el Anaitasuna de Iruñea, en cambio, se puso encima de la mesa una propuesta política que «contribuye a construir un espacio común de acuerdo con el resto de las formaciones políticas de este país».
Análisis con rigor
Por ello, y atendiendo al contexto político que recoge la oportunidad de resolver de manera real y definitiva el conflicto político, Arnaldo Otegi realizó un llamamiento al conjunto de los partidos. «Frente a una oportunidad de estas dimensiones, frente al constante planteamiento en términos positivos y a la constante aportación de la izquierda abertzale», el político de Elgoibar señaló que «lo mínimo exigible es rigor en el análisis» -que comprendan que la situación política viene marcada por la oportunidad de construir un futuro de paz y democracia- y «el mismo compromiso que el que está demostrando la izquierda abertzale».
De esta manera, la izquierda abertzale dio cuenta al conjunto de la sociedad sobre la iniciativa que ha supuesto la inscripción en el Ministerio del Interior de una nueva formación política con el objetivo exclusivo de responder de forma positiva y constructiva al contexto político que aguarda una oportunidad «real» de poner fin al contencioso mediante el acuerdo y la negociación.
A diferencia de lo que ocurrió en la tarde del martes, inmediatamente después de que se diera a conocer la inscripción como formación política de Abertzale Sozialisten Batasuna en Madrid, la comparecencia de la izquierda abertzale de ayer en Donostia no ocasionó una marejada de reacciones políticas, aunque se mantuvo en el centro del interés mediático y político.
Contra la ilegalización de ASB
El Gobierno español, por boca de su ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, rehusó posicionarse sobre las declaraciones de Arnaldo Otegi, y se limitó a repetir que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha dicho «no» a la inscripción de ASB, por lo que ha activado los resortes para su ilegalización. Bermejo explicó que el Ministerio de Interior «rechazó la inscripción» porque «vio indicios de ilegalidad», por lo que «inmediatamente he ordenado al servicio jurídico del Estado que estudie a fondo los estatutos».
Una opinión diferente fue la que dieron a entender las formaciones vascas, a excepción de PSE y PP. Pese a que no se pronunció expresamente sobre ASB, la portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, defendió la presencia de Batasuna como tal en las elecciones locale sy forales de mayo.
En la misma línea se pronunció el secretario general de EA, Unai Ziarreta, que mostró su rechazo a la Ley de Partidos y, a renglón seguido, aseguró que los estatutos de la nueva formación política «cumplen con el espíritu» de la misma. Recordó que esos estatutos recogen una «apuesta inequívoca por las vías políticas para la consecución de objetivos políticos».
Por su parte, el portavoz de la presidencia de EB-Berdeak, Mikel Arana, reclamó al Ejecutivo español «altura de miras y visión de Estado» en el caso de la legalización de ASB.
El secretario general del PSE, Patxi López, aunque mostró su «deseo» de que la izquierda abertzale esté presente en los comicios, dio su beneplácito a la reacción del Gobierno de Zapatero de iniciar el proceso de ilegalización.
Askatasuna, en cambio, comentó que, si «ante el compromiso» de la izquierda abertzale se responde con la ilegalización, «esto pone de manifiesto qué tipo de voluntades y escenarios nos proponen desde Madrid».
La izquierda abertzale incidió de manera reiterada en el contexto político actual, ya que entiende que existe sobre la mesa una oportunidad real para superar el conflicto político y es en ese marco en el que sitúan la creación del nuevo partido.
«Hoy, este país, en la primavera de 2007, tiene una puerta abierta a la resolución definitiva y democrática del conflicto político y todas sus consecuencias. Una oportunidad que realmente existe y que no podemos desaprovechar», afirmó Otegi para incidir en la dimensión de la situación política actual.
G.M.
Arnaldo Otegi explicó ante la prensa que con la creación de la nueva formación política, Abertzale Sozialisten Batasuna, no pretenden plantear «ningún tipo de reto» a nadie, sino que es una muestra de su compromiso con el proceso.
El registro de la nueva formación política en el Ministerio del Interior español se presenta como una iniciativa más en pro del proceso, como lo fueron tanto el método presentado en Anoeta como la propuesta política que dieron a conocer en el Anaitasuna de Iruñea.
REAcciones:
La nueva formación política que ha presentado la izquierda abertzale con el nombre de «Abertzale Sozialisten Batasuna» recoge en su estatuto fundacional su apuesta por conseguir la independencia y el socialismo para Euskal Herria «exclusivamente por vías políticas democráticas y pacíficas», y se ampara en el artículo 6 de la Constitución española y en el artículo primero de la Ley de Partidos, según informaron ayer diversos medios comunicativos españoles.
«Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos», reza el artículo 6 de la denominada Carta Magna española en la que se ha amparado ASB para su fundación como formación política.
Además, según se desprende de la información ofrecida al respecto por varios medios de comunicación, los estatutos de ASB recogerían que su ámbito de actuación comprende a los herrialdes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, y asegura que se constituye como formación «para contribuir democráticamente a la determinación de la política en dicho ámbito y a la formación de la voluntad política de los ciudadanos/as».
Remarca que sus fines específicos son «la independencia nacional de Euskal Herria mediante el ejercicio democrático del derecho de autoderminación reconocido en las declaraciones internacionales de los derechos humanos, la conservación e impulso de sus señas de identidad nacional y el logro de la unificación de sus siete territorios».
También promoverá, según indicaron las mismas fuentes, «la articulación de un modelo sociopolítico para Euskal Herria basado en los principios del socialismo identitario y sustentado en la democracia, la libertad, la justicia, la igualdad y la solidaridad». También apuestan por la defensa de la cultura de Euskal Herria y del euskara como idioma oficial.
La nueva formación política se plantea como objetivo «la definitiva superación del conflicto histórico de naturaleza política existente entre Euskal Herria y los estados español y francés mediante un proceso de diálogo y negociación multilateral y en ausencia de cualquier tipo de violencia, del que surja un marco democrático en el que todas las opciones políticas dispongan de igualdad de oportunidades para la materialización de sus proyectos políticos».
«Para alcanzar dichos objetivos, la actividad de Abertzale Sozialisten Batasuna se llevará a cabo con respeto a los principios democráticos y al pluralismo social y político, así como mediante la defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas y los pueblos, y empleando para ello, exclusivamente, vías políticas y democráticas», y se define como un partido «democrático, independentista, socialista, euskaldun e internacionalista».
