Trabajadores de Petronor protagonizaron ayer una concentración ante las instalaciones de la empresa y una posterior manifestación hasta Muskiz en protesta por el accidente mortal registrado la víspera en la compañía, donde falleció José María H.G, trabajador de 45 años, tras sufrir una caída desde siete metros de altura cuando huía tras detectar un escape de gas tóxico. El fallecido pertenecía a la empresa de montajes Tamoin, que realiza trabajos de forma permanente en las instalaciones de Petronor en Muskiz.

Osalan explicó que el siniestro se produjo cuando el trabajador, tras limpiar una línea de la unidad de Aminas, prodeció a poner en servicio el equipo. Al soltar el primer disco ciego, se produjo una fuga de gas con sulhídrico. «Los operarios que realizaban esta operación evacuaron el lugar, uno a través de un andamio hacia una plataforma y de ésta a una escalera. El accidentado lo hizo a través de una escalera de gato y, en el descenso, perdió el equilibrio y cayó al suelo desde una altura aproximada de siete metros, desconociéndose si fue por inhalación de los gases o por otras causas».

La plantilla de Petronor, que secundó un paro desde el día del siniestro, celebró a primera hora de la mañana una asamblea y, posteriormente, se concentró durante unos minutos ante la empresa. Desde ese punto, iniciaron una manifestación hasta Muskiz, desde donde regresaron a la refinería.

Los trabajadores de la compañía portaban una pancarta en la que se podía leer «Petronor, no más muertes por trabajar. Más seguridad» y, con esta movilización, manifestaron su rechazo por este nuevo accidente laboral mortal, que, «al igual que otros muchos, podría haberse evitado».

Batasuna hizo público un comunicado denunciando este nuevo siniestro y subrayó que «la patronal sabe bien qué hay que hacer para evitar que se produzcan». Enmarcó la alta tasa de siniestralidad laboral en «su insaciable hambre de beneficios» y precisó que las instituciones «no ponen ningún freno» a «esa falta de escrúpulos».

Precisamente, Ezker Abertzaleak se dirigirá hoy al Parlamento de Gasteiz con una proposición no de ley para que suscriba una declaración institucional cada vez que se produzca un accidente, se comprometa con la mejora de las condiciones laborales de sus trabajadores y renuncie a sus planes de privatización de servicios públicos, así como que exija a la patronal que «no base sus ganancias en el sometimiento de la clase trabajadora».