El Gobierno iraní aprecia un cambio en la actitud de Londres en los últimos dos días y anunció, como gesto, que no ofrecerá más imágenes de los quince soldados capturados hace diez días en aguas de Golfo.

Teherán insistió en que nunca ha interrumpido los contactos diplomáticos, algo que sí hizo Londres en los primeros días de la crisis bilateral. Por el contrario, el Gobierno británico ha accedido en los últimos días al diálogo bilateral y ha ofrecido un compromiso de no penetrar en aguas iraníes.

Horas antes del anuncio de Teherán, la televisión iraní mostró breves imágenes de los capturados. Paralelamente, la agencia Isna anunciaba que hay más grabaciones de los soldados en las que estos confiesan que penetraron en aguas iraníes y en la que muestran, como prueba, los GPS que se les incautaron en el momento de la captura.

El Gobierno británico reaccionó a este amago de presentar pruebas minimizando las nuevas y parcas imágenes de sus soldados. «No afecta a nuestra posición», aseguró la oficina del primer ministro, Tony Blair, que insistió en que «los iraníes conocen nuestra posición y saben que tiene un fuerte respaldo internacional».

Respaldo que incluye al presidente de EEUU, George W. Bush, cuyas declaraciones a destiempo el pasado sábado fueron duramente criticadas por Irán.

Su portavoz de Exteriores, Mohamed Ali Hoseini, advirtió de que cualquier declaración estadounidense de este tipo «puede empeorar la situación» y advirtió contra comentarios «ilegales e inapropiados».

«Muchas cosas se tratan entre bastidores», confirmó contemporizadora la oficina del premier británico, Blair.