Los arquitectos Asier Achurra, Aitor García de Gurtubay y Unai Celaya, del estudio Gaz, firman el proyecto ganador del concurso convocado para la construcción de la nueva sede del conservatorio superior de música para Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. El diseño del futuro edificio fue presentado ayer por el coordinador general de Musikene, Juan José Pujana, que estuvo acompañado por el viceconsejero de Administración y Servicios del departamento de Educación del Gobierno de Lakua, Pablo Larrauri.

Seis años después de que el conservatorio estableciera su sede provisional en el Palacio Miramar, se ha fallado el concurso restringido del proyecto de ideas de su nueva sede, al que se presentaron un total de 45 trabajos, de los que fueron seleccionados ocho.

El proyecto que ha resultado seleccionado ha recibido el apoyo unánime del jurado. Este ha destacado la «minuciosidad» de la propuesta presentada por los arquitectos Asier Achurra, Aitor García de Gurtubay y Unai Celaya y su total adaptación a los criterios marcados en las bases del concurso.

«Una gran pieza a esculpir»

Juan José Pujana expuso ayer que, en opinión del jurado, el trabajo que suscribe Gaz Arkitektoak tiene calidad arquitectónica, se adecua a las necesidades del centro superior de música, se integra urbanísticamente en el entorno, tiene en cuenta los valores medioambientales y de sostenibilidad marcados, y es viable tanto técnica como económicamente.

La futura sede de Musikene, cuyo presupuesto de licitación es de 21,3 millones de euros, tendrá tres plantas, además de un auditorio de 375 plazas como núcleo central del edifico en la planta baja, y ochenta aulas repartidas entre la primera y la segunda.

Asier Achurra explicó que el solar cedido por el Ayuntamiento de Donostia al departamento de Educación imponía ciertos condicionantes que les hizo concebir el proyecto como «una gran pieza a esculpir».

El resultado fue «un rotundo volumen oscuro», que muestra su «interior brillante a la ciudad», con una extensa fachada y patios para ganar luz, de los que surge «el carácter y la expresión del edificio».

Chapa negra lacada y brillante, patios cristalinos puros y acabados en vidrio dorado dan la personalidad a este edificio poliédrico, que mirará a la plaza de Europa, el nudo que conecta todos los edificios de la Universidad del País Vasco en el campus de Gipuzkoa.

En palabras de Pujana, cuando se inaugure su nueva sede, dentro de dos años, Musikene dispondrá de 7.100 metros cuadrados útiles para administración y docencia, espacios que el conservatorio superior necesita para comenzar a desarrollar su labor sin las complicaciones que actualmente supone hacerlo en cuatro centros distintos y en apenas 5.000 metros cuadrados «absolutamente saturados».

Una biblioteca, una cafetería y una tienda serán otras de las instalaciones de Musikene, que entre sus aulas contará con seis de gran tamaño para orquesta, coro y danza.

Pujana aseguró que quienes han visto el proyecto «se han sentido atraídos por él».

«Todos los proyectos habrían podido ganar, pero éste es el más elaborado y el que más ha profundizado en los criterios de racionalidad que habíamos planteado», señaló.