Raimundo Fitero
Aplicado
Como no sabemos si vamos o venimos, como en la televisión nos colocan las mismas películas de cuando tampoco sabíamos si íbamos o veníamos, pero teníamos todos muchas ganas de ir, me aferro a un dato ardiendo y después de sufrir un auténtico revolcón emocional al ver anunciados en ese imprescindible programa de La 2 que se llama genéricamente «Línea 900» un capítulo con el sugerente título de ¿Qué hacemos con la basura?, me encuentro con el fuego cruzado de todas las pantallas por las que accedo a la irrealidad y acabo leyendo las estadísticas.
Primero, La 2 está con unas audiencias peligrosas para los tiempos que corren. El programa arriba mencionado no iba de la televisión, ni de la política, sino de los residuos que producimos cada uno de nosotros diariamente, de los embalajes de los productos que compramos en las tiendas y almacenes, todo una suerte de nociones sobre el uso y abuso de plásticos en los envases, y las recomendaciones de que se vuelva al sistema de consigna, es decir, que vayas a buscar una botella de agua de cristal, entregues la vacía y te devuelvan unos céntimos de euro, lo que antes se llamaban «cascos». Interesante, como todo cuanto propone este espacio que vive en la parrilla sin promoción, buscándose la vida, como un refugio para adeptos.
El programa más visto cada semana en La 2 es «El día del señor». El siguiente programa más visto acostumbra a ser diariamente, «Saber y ganar». Los domingos la fe y la superchería, los días de labor la razón, los conocimientos comprobables y algo de suerte en un concurso estelar. Esto es así, y apurando la estadística resulta que el porcentaje de los domingos es algo superior al de los días de labor. Y abundando todavía más, los siguientes programas están a una distancia considerable, lo que nos dibuja un panorama muy poco alentador porque hay programas dedicados a la cultura, o a las artes escénicas, que tienen una audiencia paupérrima, rozando la invisibilidad. Me he aplicado mucho para leer las cifras como si fueran letras, pero resulta que se han convertido en letras que se pasarán muy pronto al cobro. Hay que defender, proteger y conservar La 2.