Las inundaciones tomaron protagonismo ayer en Nafarroa, donde, al ritmo de las crecidas de los ríos, aumentaba la preocupación entre la ciudadanía. Las complicaciones en los sotos y en los lugares más cercanos a los cauces de la mitad sur del herrialde llevaron al Gobierno navarro a activar el nivel 1, en la escala de 0 a 3, del Plan de Emergencias ante Inundaciones.

Las zonas más dañadas por las inundaciones y desprendimientos que han provocado las intensas lluvias de estos últimos días están siendo la Merindad de Olite -sobre todo en el entorno de Tafalla y las cuencas de Cidagos y de Arga- e Iruñerria, en el curso de los ríos Arga y de los afluentes Sadar y Elorz.

Se cortaron numerosas carreteras, cuatro de ellas en la red principal. Por ejemplo, los trabajadores de Landaben no pudieron transitar por la NA-30. En la Ronda de Iruñea PA-30, a la altura de Mutiloa; en la N-121 que enlaza la capital con Tutera, y en la N-113, que va a Madrid tampoco se podía conducir.

También estaban cerradas las salidas norte y sur de Tafalla. No se podía acceder a la localidad por las carreteras principales ni por la autopista y había que coger vías secundarias como la NA-132, que va de este a oeste, desde Lizarra hasta Zangoza.

A la noche, los conductores que salieron de la capital para dirigirse a Zizur hallaron cortada la vía en Etxebakoitz y tuvieron que recorrer más kilómetros para llegar a su destino.

Había problemas en numerosos pueblos y, además, el nivel de los ríos iba en aumento. La zona de Azkoien era ejemplo de ello. Se esperaba que el agua alcanzara el pico más alto hacia las nueve de la noche, y se contemplaba incluso la posibilidad de evacuar algunos barrios de Funes y Azkoien.

Expectación

Hubo desprendimientos en todo el herrialde, especialmente en la Zona Media. Incluso hubo carreteras afectadas por la nieve. En el alto de Ibañeta, por ejemplo, algunos conductores se quedaron atrapados.

En este contexto se reunió el Organo Conjunto: la Policía Foral y las Obras Públicas del Gobierno de Nafarroa. En SOS Navarra recibieron varias llamadas que alertaban de inundaciones en viviendas y bajeras, mientras los bomberos recogían el agua donde hacía falta y señalizaban las vías, porque, como explicó a GARA el trabajador de SOS Navarra y concejal de Tafalla Gorka Labat, «mientras haya agua no se puede hacer mucho más».

En la Merindad de Zangoza, la gran cantidad de agua que llevaban los ríos suscitó expectación en la ciudadanía. Según relató un alguacil de Aranguren, fueron numerosas las personas que salieron a la calle cuando tuvieron noticia del acontecimiento.

«Hemos tenido problemas, especialmente en la plaza Idoi, que está un poco más abajo del nivel del mar y del río Sadar -explicó el trabajador-. Cuando sube el nivel del agua del río se nos inunda alguna calle. El nivel del río ya va rozando los puentes, va cubriendo lo que llamamos el ojo del puente, y hemos cortado la carretera. Estamos utilizando unas bombas para recoger el agua de las zonas transitables, pero es una tarea complicada, ya que el nivel de agua de las calles no bajará hasta que baje el del río. Más que nada, el problema es de los colectores que salen al río, porque en el momento en que el río sube la salida no funciona bien».

El alguacil contó que otros años las inundaciones han solido afectar a algunos garajes, pero por el momento no tenían problemas de ese tipo y el temporal sólo afectó a algunos viales, en el paseo Universidad y en la plaza Idoi. «En el 2003 vivimos algo parecido a esto», dijo.

La mayor crecida, hoy

La Confederación Hidrográfica del Ebro señaló ayer que las lluvias persistirían hasta hoy, y que coincidiría con la llegada de la punta de crecida del Ebro a localidades como Castejón. Concretamente, se espera que dicho caudal llegue por la mañana, y que sea hacia el jueves cuando se desplace hasta Zaragoza.

Tras una larga reunión de la comisión de seguimiento de la riada, el presidente de la CHE, José Luis Alonso, informó que se prevé que estas inundaciones sean parecidas a las que se vivieron en 2003 y acabaron por afectar gravemente a la capital zaragozana. Alonso señaló que, a falta de conocer los datos concretos de la lluvias registradas ayer por la tarde, las previsiones indican un caudal de 1.100 metros cúbicos por segundo en Funes -al final del río Arga-, de 500 metros en la parte alta del Ebro, de 200 en el Ega y de 1.000 en el Aragón. Eso significa, aclaró, que «estaríamos ante una avenida que en Castejón podría oscilar entre los 2.800 y 3.000 metros cúbicos por segundo cuando llegue la punta de la crecida mañana -por hoy- por la mañana.

La riada que se espera hoy, añadió, es «mayor que las anteriores» acaecidas los últimos días, ya que «pasa por un terreno ya saturado de agua y un río que tiene sus afluentes saturados». «Por lo tanto, -concluyó-, la escorrentía será mayor y la velocidad con la que bajará la avenida también». Asimismo, Alonso informó de que en Zangoza están intentando mantener el caudal por debajo de los 900 metros cúbicos por segundo para que no cause daños importantes en la población.