El pasado domingo, este periódico abría su primera página con una frase literal, extraída de la extensa entrevista concedida por ETA. «Si desaparecen los ataques contra Euskal Herria, estamos dispuestos a asumir compromisos firmes con un escenario de ausencia de violencia», manifestaban los portavoces de la organización armada.

En páginas interiores, ETA confirmaba «todos los compromisos del 24 de marzo» de 2006, día en que entró en vigor el alto el fuego. En la entrevista, esta organización explicaba también que no puede imaginar unas elecciones sin la izquierda abertzale, ya que expresaría «el fracaso del proceso». Parecidas palabras han utilizado en las últimas semanas otros portavoces políticos, de diferentes ámbitos, para expresar su desacuerdo con la Ley de Partidos.

«El palo» y «la zanahoria»

Ayer, los medios de comunicación escritos hacían su particular análisis de lo manifestado por los portavoces de ETA, y palabras como «amenaza», «chantaje» o «ultimátum» coparon sus portadas y editoriales.

«El País», diario más cercano a La Moncloa, incluía en su primera página la palabra «amenaza» en dos ocasiones, y tiraba con el siguiente titular: «Gobierno y PNV cierran filas contra Batasuna tras las amenazas de ETA». En un editorial titulado «Delirios etarras», el periódico del Grupo Prisa, que tan estrechamente ha marcado a José Luis Rodríguez Zapatero desde el anuncio del alto el fuego, sostiene que «la única novedad relevante en el comunicado es la amenaza de cometer nuevos atentados si la izquierda abertzale no puede presentarse a las elecciones autonómicas y/o municipales. Éste es el palo que acompaña a la zanahoria de `asumir compromisos'».

Agrega «El País» que «los terroristas tienen que recibir un claro mensaje de que sus promesas no tientan a nadie, lo mismo que nadie se dejará asustar por sus bravatas».

«El Mundo» prefería el término «chantaje» para el titular de su portada. «El 75% pide al Gobierno que no ceda al chantaje de ETA sobre Batasuna» titulaba este periódico.

A su editorialista, acostumbrado, quizá, a lecturas más ligeras, la entrevista publicada por GARA le pareció «interminable y tediosa», y de la misma extrajo que «salen así los pistoleros en auxilio de sus representantes públicos, lo que deja claro una vez más su unidad de acción y que unos y otros se cubren las espaldas». «El Gobierno respondió ayer que aplicará la Ley de Partidos y que de ningún modo va a actuar en contra de la legalidad. Es lo que debería hacer y queremos creerle, pero a lo largo de todo el proceso de paz ha tenido una actitud tan zigzagueante, que sólo podremos felicitarnos cuando veamos cómo se tumban, una a una, las candidaturas proetarras», añadía a continuación, a fin de marcarle el camino al Ejecutivo español.

«Anclados en el pasado» era el titular del editorial de «El Correo», en el que se valora que la entrevista a ETA «habrá resultado desalentadora incluso para quienes aún albergaban una mínima esperanza de que la banda diera algún indicio de su voluntad de retirarse y de dar paso a la política».

Para el editorialista del periódico de Vocento, la lectura fue también «tediosa y pedante», al parecer porque «se trató de una mera trasposición de lo que la banda ya dijo en aquel comunicado de la primavera de 1995 que ella misma se atrevió a calificar de `Alternativa Democrática' y que el tiempo se encargó muy pronto de revelar que ni era democrático ni representaba alternativa alguna». Para «El Correo», «ETA reafirmó ayer, una vez más, su esencia criminal y su vocación de recurrir a la violencia y al asesinato para intentar imponer a toda la sociedad su modelo totalitario. No puede haber negociación con una banda que proclama la vigencia de la `lucha armada' y su intención de seguir practicándola, aunque sea a costa del dolor de muchos ciudadanos», sentenciaba.

En «El Diario Vasco», hermano guipuzcoano del anterior, mantenían el mismo editorial que «El Correo», pero con diferente titular, que en este caso era «Fuera de la realidad».

Desde el mismo grupo que estos dos periódicos, «ABC» opinaba en su editorial que la entrevista «demuestra hasta qué punto es imposible una negociación con los terroristas para poner fin a la violencia». Este diario pretende también guiar la actuación de Zapatero, a quien insta a «recuperar el consenso con el PP y volcar contra los terroristas todos los resortes del Estado, incluida la Ley de Partidos Políticos para ilegalizar cualquier formación proetarra, incluida el Partido Comunista de las Tierras Vascas».

«Deia» acusaba a ETA de «inmovilismo», y tras asegurar que «la sociedad vasca será lo que ella quiera ser», apuntaba que «los vascos no necesitan tutelajes para avanzar hacia donde su deseo les lleve».

También en tono muy crítico, «Diario de Noticias» editorializaba diciendo que «las respuestas de ETA» «distancian a la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca de cualquier esperanza de un final dialogado del conflicto», mientras para «Diario de Navarra» la entrevista fue «otra expresión del mismo fanatismo de siempre».