Casi 400.000 trabajadores de la CAV están sin convenio
El último informe sociolaboral del CRL constata que 387.811 trabajadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se encuentran sin convenio, y lo que es peor, sin perspectivas de cerrarlo a corto plazo debido a la oposición de las patronales. La situación es grave, puesto que los empresarios están obteniendo los mayores resultados económicos de la historia y, en cambio, se está produciendo una reducción de los salarios.
Juanjo BASTERRA |
Los empresarios vascos han encontrado un filón en la debilidad sindical actual para, igual que hacen los europeos, recortar mejoras económicas y sociales a los trabajadores que, en realidad, están perdiendo poder adquisitivo a marchas forzadas en los últimos años.
El último informe del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de la CAV confirma, según los datos cerrados de febrero, que todavía 387.811 trabajadores se encuentran con los convenios pendientes de negociar o de firmar. Lo peor de esta situación es que no se vislumbra un cambio de orientación de los empresarios para atender las demandas sociolaborales. Sí, en cambio, se está produciendo un esfuerzo desde las centrales sindicales para presentar plataformas conjuntas en diversos convenios.
44 convenios firmados
Según el informe sociolaboral, entre enero y febrero se han firmado 44 convenios, que afectan a 7.918 trabajadores, a los que hay que añadir otros 182.072 trabajadores amparados por los 414 convenios vigentes en la actualidad, entre los de empresa y sector y de ámbito estatal y de la CAV. Sin embargo, todavía la mayor parte de los convenios está pendiente. Según los datos pormenorizados del CRL, 551 convenios, 421 de empresa y 130 de sector, no se han firmado, lo que afecta a 387.811 trabajadores que están pendientes de los mismos para conseguir mejoras económicas y laborales en su trabajo.
El trabajo resalta que los convenios que se han firmado este año recogen una subida salarial entre 3,13%, si se trata de los rubricados en la empresa, y de 4,27%, en los de ámbito sectorial, teniendo en cuenta sólo los convenios de ámbito de la CAV, puesto que los de ámbito estatal con incidencia en los trabajadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa el incremento salarial firmado es inferior, del 2,37% al 3,12%, de empresa y sectorial respectivamente. También se produce una reducción leve de la jornada de trabajo. En los convenios de empresa se trabajarán 1.670 horas en la CAV, frente a 1.718 horas de los trabajadores que dependen de convenios estatales. A nivel sectorial, varía en 93 horas anuales, ya que «los convenios de ámbito estatal con incidencia en la CAV» han firmado jornadas de 1.768 horas y, en cambio, los de ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa trabajarán 1.675 horas, según el CRL.
Estos datos corresponden a una parte mínima de la negociación colectiva para este año, ya que todavía casi 400.000 trabajadores no tienen el convenio cerrado. La realidad económica muestra la sinrazón de los empresarios al bloqueo, puesto que los últimos datos del Banco de España sobre los resultados empresariales reconocen un incremento del beneficio neto final en 2006 de 31,7%. «Supone una tasa de crecimiento muy superior a la elevada tasa obtenida en 2005 (29,7%)», explica el instituto emisor.
Beneficios elevados
Los empresarios están, en estos momentos, obteniendo las mayores reducciones en las cotizaciones sociales y, sin embargo, no hacen los nuevos contratos indefinidos, que cuentan con indemnizaciones menores en caso de que al trabajador se le rescinda el mismo. Nueve de cada diez contratos todavía son temporales. Por otro lado, los salarios reales de los trabajadores están cayendo a ritmos elevados.
De hecho, la remuneración de los asalariados en la participación del PIB está retrocediendo del 53,43% al 52,75% en los últimos diez años, a pesar de haber más ocupados en el mercado laboral, y, sin embargo, los beneficios empresariales elevan su posición del 46,57% al 47,25%.
En los dos primeros meses de este año se han firmado 44 convenios de diferente ámbito y afectan a casi 8.000 trabajadores, una mínima parte de los que quedan pendientes de obtener mejoras en sus salarios, en su jornada de trabajo y en aplicaciones sociales.
La cerrazón de la patronal en cuanto a atender las demandas de los trabajadores choca con la bonanza económica que atraviesan las empresas. Elevan los beneficios, pagan menos salarios y cotizaciones sociales y firman pocos contratos fijos, sólo uno de cada diez en 2007.