La retirada ayer de Denis Menchov fue una sorpresa, no porque el ciclista de Rabobank tuviera posibilidades de ganar la Vuelta al País Vasco, sino porque interrumpe su preparación cara al Tour. La carrera francesa es su gran objetivo y ha enfocado toda la temporada para tratar de llegar en el mejor momento posible. Por eso, la ronda vasca no era más que una estación de paso hacia su sueño, subir algún día a lo más alto del podio en los Campos Elíseos. «Siempre hay que tener una meta e intentar conseguirla». Es su lema.

Ayer, sin embargo, se tuvo que bajar a las primeras de cambio, en el kilómetro 18. Según nos explicaron desde Rabobank, el ruso afincado en Iruñea pasó con 39 de fiebre la noche anterior. De hecho, no iba a tomar siquiera la salida, pero animado por el buen tiempo decidió probar, pero en vano. En el conjunto holandés confían en que se recupere pronto y dispute el calendario que tenía previsto.

Al parecer, Menchov ha podido pagar el mal tiempo de Euskal Herria en las últimas semanas. Este periódico se puso en contacto con él la semana pasada para conocer sus sensaciones cara a la Vuelta al País Vasco. «Nos hemos mojado algunos días, no se puede estar todo el día parado», confesaba.

Su camino hacia el Tour seguía el guión previsto, tras Murcia y Castilla y León. Ganador en País Vasco en 2004, no se veía con posibilidades de pelear por el triunfo. «Es una parte de mi preparación porque mis objetivos se encuentran en la segunda parte de la temporada».

Cuatro meses de trabajo

Su intención no era más que «recuperar mejor que en las anteriores carreras». Con su abandono, su planificación milimétrica se ha visto alterada, aunque todavía quedan casi cuatro meses para el Tour.

En principio va a seguir el calendario que tenía previsto, disputará las clásicas de Flecha-Valona y Lieja, y Volta a Catalunya y Dauphiné supondrán sus «últimos test» cara al Tour. En esas dos últimas carreras ya le gustaría conseguir «algún resultado».

El Tour, el Tour y el Tour. Mejor joven en 2003, undécimo, desde entonces se había estrellado. Tras cinco años en Banesto, en 2005 fichó por Rabobank y el año pasado por fin destacó en su carrera predilecta, sexto y una etapa de montaña. «Es la primera vez que he visto posibilidades de luchar», apunta. Sobre sus posibilidades en 2007 es muy cauto. «No sé qué decir. Tampoco me gusta hablar mucho antes, pero el objetivo es mejorar la general del año pasado, cuánto ya veremos. De momento puedo decir que el objetivo es superarme».