No permiten que fecunden a una mujer con embriones de su ex pareja
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, rechazó ayer la pretensión de una mujer británica de ser madre biológica con los embriones creados con su antigua pareja sentimental, que se niega a ser padre en estas condiciones.
La Corte adoptó esa decisión en relación con el caso de Natalie Evans, que alegaba que la implantación de esos embriones congelados hace varios años era la única posibilidad de ser madre biológica, puesto que hace unos años padeció un cáncer por el que le fueron extirpados los ovarios.
El Tribunal cree que la mujer puede ser madre a través de la adopción y afirma que la Justicia británica, que con anterioridad había rechazado las peticiones de Evans, ha actuado conforme al Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Los 17 magistrados de la llamada Gran Sala han ratificado la sentencia de marzo de 2006 de otra instancia del Tribunal de Estrasburgo y afirman que en ningún caso se ha vulnerado el derecho a la vida o a la familia.
Ello a pesar de las objeciones de la demandante, que pretendía hacer valer que el perjuicio moral y físico derivado del tratamiento de fecundación y su esterilidad habrían de primar sobre los derechos de su antigua pareja.
Los hechos se remontan al año 2000, cuando Evans y su compañero sentimental se sometieron a un tratamiento de fertilidad durante el cual los médicos descubrieron el cáncer en la mujer.
Ambos optaron por inseminar unos embriones que fueron congelados, tras lo cual la mujer fue operada, con la extirpación de los ovarios.
La relación terminó en 2002 y el hombre revocó el consentimiento a que los embriones fecundados con su semen fueran implantados en el útero de la mujer, por lo que la clínica advirtió a Evans de que debía destruir los embriones, ante lo que comenzó una serie de acciones judiciales que no han tenido éxito.