El amiguete Santiago Segura presentó nuevo programa televisivo en La Sexta, «Sabías a lo que venías», y dejó claro que ha intentado hacer junto a sus amiguetes un espacio recopilación de otros amiguetes. Tiene cosas que suenan a Sardá, a Buenafuente, al Pelícano, incluso al tono monologuista de Eva Hache. Es lógico, tampoco hay que inventar demasiadas cosas a esas horas, simplemente ordenarlas y dotarlas de una personalidad propia que supere o establezca el modelo de la media de sus colaboradores. Y ahí es donde a mí no me acaba de cuajar.

La personalidad de Segura como invitado en promoción de película o como una gota en el follón de un programa de medianoche, tiene su punto, su gracia. Él como conductor, como protagonista constante, cansa. O, dicho de otro modo, no consigue esa neutralidad aparente que se convierta en un mando invisible sobre el todo. Son fragmentos que él engarza con muy poca solidez. Ni los guiones, ni los personajes de unión ayudaron en la primera entrega, y solamente podemos intuir algunas de las secciones y personajes o artistas que fue presentando de manera ligera, en ocasiones de manera atrabiliaria, que posiblemente sea el camino por el que debiera transitar para captar una audiencia de frikis, a los que les guste ver a otros frikis, o de medrosos que les divierta ver la cara idiota de la vida.

Una de las secciones que nos pareció tendrá continuidad e interés es una colaboración con la revista «El Jueves», que proporciona un espacio llamado las «No-noticias», y que se hace con una estética de muñecos animados con caras superpuestas que recuerda a los cartones animados de las series más cañeras, con textos muy ácidos, aunque en ocasiones demasiado groseros, quizás muy eficaz para unos públicos acostumbrados a la estética de esta revista, pero que son más eficaces, a mi entender, cuando apuran su acidez en cuestiones políticas sin necesidad de tacos o exabruptos. En fin, el martes que viene será su reválida. Si le va mal siempre puede contar para animar el cotarro con el excelentísimo señor don Baltasar Garzón, al que le pirra salir en televisión. Lo vimos de estrella en La 2 y alucinamos. Ya hablaremos.