Martin Garitano Periodista
Del sarcasmo a lo chirene
Las declaraciones, más o menos solemnes, se suceden en estos días, cuando el proceso atraviesa uno de sus momentos críticos, pasado ya un año desde la declaración de alto el fuego por parte de ETA.
No merece la pena detenerse en todas ellas. Las que corresponden al PSOE y al Gobierno español son de manual. El canguelo que provoca la brutalidad del PP en los dirigentes que rodean a Zapatero es tal que a nadie puede sorprenderle la dureza e inflexibilidad terminológica que emplean en estos días los responsables de sostener la campaña electoral en ciernes. Otra cosa será -o debería ser- lo que ese partido y su Gobierno digan y hagan mediante los canales construidos durante varios años de duro trabajo político. Hasta ahí, no encuentro motivo para la sorpresa, aunque sí para la preocupación.
Otra cosa es la última declaración de principios de la máxima jerarquía jelkide. En palabras de la secretaria del EBB, el camino de la normalización política pasa por «el cese definitivo de la violencia; un debate en igualdad democrática para todas las opciones y el logro de un acuerdo y su ratificación por la sociedad». No puede alegarse gran cosa en contra, pues es bien sabido que un debate en igualdad de oportunidades para todos sólo resulta posible en ausencia de todo tipo de violencia y es también ineludible la consulta popular sobre un acuerdo adoptado por las élites políticas. Así expresado, nada que objetar.
Hay, sin embargo, dos elementos que inquietan al menos avispado. De un lado, el empeño del PNV en demandar como cuestión previa la desaparición de ETA. Y, de otro, la atribución en exclusiva de la violencia a esta organización. Como si las salvajes torturas de la pasada semana fueran parte de ese escenario democrático y normalizado que nos ofrecen.
La primera de las cuestiones -la desaparición previa de ETA- no alcanza la categoría de sarcasmo. Se queda en lo chirene. ¿Conocen los líderes jelkides algún proceso de negociación a lo largo de todo el mundo y de toda la historia de la Humanidad misma que se iniciara con la desaparición de uno de los agentes? Contestarán, claro, que ETA no es un agente político. Francia reconoció al FLN argelino como tal, Londres al IRA, Johanesburgo al Congreso Nacional Africano y hasta Israel a Al Fatah o el FPLP. Aquí, con la doctrina del PNV todo será distinto. Será peor, no lo duden.