Maite SOROA
En "El País" lo dan todo por perdido
Después de muchas horas de atenta lectura de la prensa de Madrid se agudiza el sentido de la interpretación de escritos. Así, al leer ayer a Javier Pradera en «El País» una empieza a pensar si no habrá calado en el Gobierno español la tentación de dar por amortizado el proceso y mandarlo todo al garete. Lo explicaba así de claro el gurú Pradera: «la entrevista a dos terroristas encapuchados publicada el pasado domingo en GARA destruye las últimas esperanzas puestas en un comunicado de ETA que anunciara su disolución». ¿Quién esperaba ese comunicado? ¿Con qué base?
Y decía también que «los dirigentes de la ilegalizada Batasuna han procedido a su voluntario suicidio electoral: la presentación en el registro de partidos de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB) y el anuncio de su intención de promover agrupaciones electorales para los comicios municipales no podían sino tropezar con obstáculos jurídicos tan previsibles como insalvables». Le falta decir que eso será así porque así lo quiere el PSOE. Un detalle con importancia.
El representativo columnista anunciaba además que con la entrevista «se esfuman las expectativas creadas por la resolución del Congreso de mayo de 2005 para conseguir el cese dialogado de la violencia...» . Y luego saca a relucir lo que realmente le importa, que no es la paz ni nada por el estilo, como verán: «Ante el decepcionante final de ese frustrado viaje, las tentativas de echarle las culpas al Gobierno serían una manifestación de sectarismo partidista y de oportunismo (...) los únicos responsables de este lamentable fiasco son los terroristas». El asunto son los votos. No lo olviden.
Pero algo de mala conciencia debe de anidar en Madrid. Así se explica el último párrafo: «Los encapuchados mantienen que el Ejecutivo habría incumplido sus compromisos de `desactivar la máquina represiva' contra la izquierda abertzale, transustanciada milagrosamente en el cuerpo místico de Euskal Herria y el pueblo vasco. La entrevista no revela, sin embargo, el contenido de esos acuerdos -supuestamente quebrantados- entre los emisarios del Gobierno y los representantes de ETA». Los contenidos han sido publicados en mil y una páginas y nadie los ha desmentido con fuste. Ahí puede estar la clave de bóveda de la situación actual. ¿Eh Pradera?