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el polvorín del norte de África

El Brazo Armado de Al Qaeda en Magreb golpea en pleno corazón político de Argel

El antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), metamorfoseado en el Brazo de Al Qaeda en el Magreb, atentó ayer contra el Palacio del Gobierno argelino y contra una comisaría en la capital, dejando un saldo provisional de 23 muertos, casi todos policías. Con Marruecos a la caza de supuestos kamikazes, la hidra de la red de Bin Laden se ha hecho carne a escasos kilómetros de las costas de la Unión Europea, encendiendo todas las luces rojas.

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Al menos 23 personas murieron y 162 resultaron heridas en dos atentados simultáneos perpetrados por kamikazes a bordo de vehículos cargados de explosivos registrados a media mañana de ayer en Argel, y reivindicados entrada la tarde por la red Al Qaeda.

Un interlocutor anónimo que se presentó como portavoz de Al Qaeda en el Magreb reivindicó ambos atentados en una llamada telefónica a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera.

El Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), organización armada que lucha desde los años noventa por la instauración de un régimen islámico en Argelia, se puso en setiembre pasado bajo las órdenes de Osama Bin Laden y anunció en enero su reconversión en el «Brazo Armado de Al Qaeda en el Magreb».

Un coche cargado de explosivos, conducido por un kamikaze según varios testimonios, explotó en la entrada del Palacio del Gobierno de la capital argelina y dejó un saldo de doce muertos y 118 heridos.

El primer ministro, Abdelaziz Beljadem, se hallaba en su interior en el momento del ataque. El Palacio, una alta edificación heredera del pasado colonial francés, alberga las oficinas del jefe del Gobierno, así como varios ministerios, entre ellos el de Interior.

Siguiendo con los testimonios, el presunto kamikaze logró penetrar en el aparcamiento del edificio.

Según Protección Civil, la mayor parte de las víctimas son policías que custodiaban el edificio, aunque la explosión habría alcanzado a varios transeuntes.

La explosión se escuchó en toda la ciudad y destrozó parte de la fachada del Palacio. El parking, reservado para los coches oficiales de los ministros y de visitantes «distinguidos», quedó totalmente destruido.

Una hora después del atentado, una gran columna de humo negro ascendía del lugar de la explosión, provocando un gran cráter en el pavimento del aparcamiento.

El otro atentado, con tres coches-bomba, tuvo lugar junto a una comisaría en Bab Ezzuar, un barrio del este de la ciudad sobre la ruta del aeropuerto internacional y cerca de una de las mayores universidades del país. Dejó un saldo provisional de once muertos y 44 heridos, la mayoría también policías.

Estos dos atentados certifican el regreso a la época de los ataques en zonas urbanas, frenados en los últimos años en Argelia por la violenta y brutal represión policial.

En plena ofensiva militar

Ambos atentados tienen lugar cinco días después de que se registrara un duro enfrentamiento entre el Ejército argelino y un grupo islamista el pasado sábado en Ain Defla (oeste de Argel), en el curso del cual nueve soldados resultaron muertos.

El Ejército protagoniza paralelamente y desde hace 20 días una vasta operación en la región de Bejaia -en la Cabilia- con miles de soldados y miembros de Grupos de Autodefensa que peinan la zona en busca de un centenar de militantes del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).

En los últimos días, cientos de familias de la zona, concretamente de poblados como Mirach y Aman, están huyendo de los combates y de la salvaje represión policial.

En febrero, siete atentados simultáneos contra comisarías dejaron un saldo de seis muertos en la Cabilia.

Desde comienzos de abril han muerto 33 personas, entre ellas quince miembros de las Fuerzas de Seguridad, en atentados atribuidos a islamistas.

El balance de muertos en Argelia se eleva a un centenar en lo que va de año, lo que deja en evidencia el fracaso del llamado Plan de Reconciliación y Paz Nacional, aprobado en referéndum en setiembre de 2005.

Contra intereses extranjeros

La ofensiva islamista ha alcanzado a intereses extranjeros en Argelia. En diciembre fue atacado un autobús que transportaba a empleados de la compañías estadounidense Halliburton, en su día presidida por el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, y omnipresente en el ocupado Irak. Una persona murió y ocho resultaron heridas.

En marzo, una explosión contra un convoy que desplazaba a operarios rusos dejó un saldo de cuatro muertos. Ambos ataques fueron reivindicados por la nueva marca del GSPC, el segundo en venganza contra el genocidio ruso en Chechenia.

Más allá de ataques puntuales contra sus intereses en Argelia, lo que preocupa a las cancillerías occidentales es el resurgimiento, bajo el paraguas de Al Qaeda, de un frente a escasos kilómetros de las costas de la UE.

Todas las luces rojas se han encendido. El polvorín del Magreb -cóctel de miseria y represión política- está estallando y si lo hace simultánea y coordinadamente la onda expansiva podría sacudir, en proporciones aún desconocidas, a Europa.

GRUPO SALAFISTA

Fundado en 1998 por el comerciante Hassan Hatab, acusado del atentado mortal contra el pimer ministro Kasdi Merbah en 1993, el GSPC centra sus ataques en las Fuerzas de Seguridad, porque la muerte de civiles «no honra al islam».

general de gaulle

El Palacio atacado fue la sede del Gobierno General (GF) de la época colonial. Desde su balcón el general De Gaulle se dirigió en 1958 a los franceses en Argelia con su tan célebre como ambiguo «Yo os comprendo». Años después, Argelia fue libre.

kamikazes

«No descansaremos hasta que cada palmo de la tierra islámica sea liberado de las fuerzas extranjeras« advirtió Al Qaeda en su reivindicación, en la que identificó a los tres kamikazes y mostró sus fotos en una web utilizada por la red de Osama Bin Laden.

Bautismo de sangre y fuego para una nueva sucursal de la red de Bin Laden

Expertos en activismo armado islamista llevan meses advirtiendo de que los movimientos islamistas armados radicados en el norte de África se están uniendo progresivamente bajo la bandera de Al Qaeda y que suponen una amenaza creciente no sólo para los países concernidos sino para los estados europeos mediterráneos.

Aunque los lazos e intercambios entre las organizaciones armadas de los distintos países del Magreb datan de hace años, la afiliación en setiembre pasado del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate argelino a la red de Osama Bin Laden ha encendido todas las luces rojas.

Los expertos destacan que, desde que el GSPC se ha reconvertido en el Brazo Armado de Al Qaeda en el Magreb, todos los ingredientes están a punto para la fusión del GICL libio, el CICM marroquí y el GICT tunecino bajo el mismo paraguas. El antiguo GSPC argelino, que ya hacía labores de formación de milicianos de estos grupos y de tránsito antes del envío de muyaihdines a Afganistán e Irak, pasaría a dirigir y coordinar a nivel regional su lucha.

Mohamed Darif, profesor de Política en la Universidad de Mohammedia, en el sur de Rabat, tilda de previsibles los atentados de ayer y los enmarca en la reciente formación de la sección magrebí de Al Qaeda. «El GSPC se ha tomado su tiempo para crear células en todo el norte de África. Una vez que se ha sentido suficientemente sólido ha tomado el nombre de Al Qaeda para reagrupar a todos los grupos salafistas de la región».

Para Darif resulta una utopía pensar que se pueda acabar con estos grupos, «que tienen la particularidad de su gran capacidad para regenerarse a través del reclutamiento».

Tampoco le resulta extraña la adhesión de estos grupos a Al Qaeda. «Actualmente todos los grupos calificados de terroristas participan de la ideología salafista yihadista, porque es la única que, al día de hoy, legitima y postula el recurso a la violencia. Estos grupos tienen todos los ingredientes para buscar una ligazón organizacional con Al Qaeda».

Magnus Ranstorp, director del Centro de Estudios de amenazas asimétricas del Colegio Nacional de Defensa sueco constata el espejismo «de los últimos años, cuando parecía que los gobiernos habían desmantelado a los grupos terroristas islamistas, sobre todo en Marruecos tras los atentados de Casa Blanca de 2003 y en la propia Argelia».

Por contra, constata que estos frentes se han revitalizado y apunta que ellos ha sido posible «como una reacción a la severidad de la represión» en la lucha contra estos grupos.

Una represión que alcanzó rango de golpe de estado en Argelia tras la victoria electoral islamista en los noventa. El GSPC es el último grupo que queda de la hornada de la guerra civil. Una represión feroz en Marruecos, Túnez... ligada a unas condiciones de vida extremas entras sus gobernantes acaparan, como en el caso del rey alauita, casi todas las riquezas del país. Un cóctel explosivo para el martirio. Dabid LAZKANOITURBURU

Buscan a diez kamikazes en Marruecos

La Policía marroquí buscaba ayer a una decena de posibles kamikazes en Casablanca y que estarían dispuestos a hacer estallar su carga explosiva.

El martes, en un popular barrio de la ciudad, capital económica de Marruecos, tres kamikazes hicieron estallar los explosivos que llevaban al ser descubiertos por la Policía y un cuarto fue muerto a tiros por los agentes, uno de lo cuales murió en el operativo de búsqueda.

La Policía marroquí destacó que los cuatro eran «jóvenes islamistas que tenían antecedentes judiciales» y los vinculó tanto con los atentados registrados en Casablanca en 2003 como con el suceso del 11 de marzo en un cibercafé de esta ciudad.

«Lo que es sorprendente es la extrema determinación de estos jóvenes, que estaban dispuestos a morir antes que caer en manos de la Policía...», alerta un experto europeo en temas de seguridad desde Rabat.

La operación policial de Casablanca era ayer, evidentemente, la principal noticia de la prensa marroquí. Así, el editorial del diario independiente «Aujourd'hui le Maroc» destacaba que «estamos ante una guerra mundial», mientras que «L'Economiste» (referente de los empresarios marroquíes) subrayaba que «la infuencia de la televisión vía satélite en los suburbios y lo que sucede en el otro extremo del planeta, en Oriente Próximo, pueden provocar que surjan personas que quieran emular ese trágico ejemplo».

Recientemente, Al Qaeda anunció que tenía militantes dispuestos a actuar en el Magreb y les ordenó que se suicidaran antes de dejarse atrapar por la Policía. GARA

cooperación

El Gobierno marroquí instó a la cooperación entre los gobiernos del Magreb. Rabat y Argel mantienen tensas relaciones con motivo de la tragedia del pueblo saharaui ocupado o/y expulsado de su tierra a Tinduf (en territorio argelino)

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