Aranzadi hará público su informe sobre la conservación de Praileaitz
El secretario general de Aranzadi, Juantxo Agirre, confirmó ayer que la sociedad ha recibido una carta del director foral de Cultura en la que se le plantea paralizar las excavaciones arqueológicas en el santuario paleolítico de Praileaitz y reorientar su labor a la protección de la cueva. Agirre declinó hacer más declaraciones y se remitió al compromiso de la sociedad de publicar un documento sobre el yacimiento, en torno al cual se ha suscitado una importante polémica.
Martin ANSO | DONOSTIA
La polémica en torno a la conservación de Praileaitz, el yacimiento paleolítico de Deba afectado por la cantera de Sasiola, está viviendo un nuevo capítulo. La semana pasada, Aranzadi, sociedad a la que la Diputación ha contratado las excavaciones arqueológicas, hizo público un comunicado en el que daba a conocer que está elaborando un documento en el cual plasmará su «propuesta y opinión oficial» al respecto. «En el más breve plazo -aseguraba-, será puesto a disposición de todas las instituciones, los agentes implicados y la opinión pública», y terminaba reiterando «su vocación de entidad científica independiente y de referencia».
El comunicado parecía responder al emplazamiento de Praileaitzen Lagunak, asociación constituida por profesionales de la cultura, como el escultor Koldobika Jauregi o el fotó- grafo Fernando Larruquert, para que Aranzadi y «personas con autoridad en la materia» se pronunciasen públicamente sobre la situación de la cueva. Cabe recordar que Praileaitzen Lagunak se constituyó ante el convencimiento de sus miembros de que la cantera, del grupo Amenabar, está poniendo en peligro el yacimiento y las autoridades no están haciendo «lo suficiente».
Del mismo modo en que el comunicado de Aranzadi parecía responder al emplazamiento de Praileaitzen Lagunak, «Noticias de Gipuzkoa» dio a conocer ayer la existencia de una carta del director foral de Cultura, Imanol Agote, que podría parecer la respuesta de la Diputación a la sociedad. La carta propone a Aranzadi paralizar la investigación arqueológica y reorientar su labor exclusivamente a la protección. «Para evitar el sensacionalismo -ponía el citado rotativo en boca de Agote-, hay que elaborar un plan en el entorno de la cueva, lo cual supone estudiar cómo se cuida (....) Sería muy duro que Aranzadi dijera que la prioridad es seguir excavando cuando el propio director (Xabier Peñalver) ha encendido la alarma sobre el peligro que corre la cueva».
Juantxo Agirre, secretario general de Aranzadi, se limitó ayer a confirmar la existencia de la carta. Declinó hacer declaraciones sobre si cabe interpretarla como respuesta a su comunicado e incluso como forma de presión, aunque sí se reafirmó en el compromiso de la sociedad de hacer público «en breve» el documento prometido.
El director del equipo que excava en Praileaitz, Xabier Peñalver, sí se avino ayer a hacer unas escuetas declaraciones sobre la carta que la Diputación ha remitido a Aranzadi y el planteamiento que en ella hace. «Aquí hay dos planos -dijo-, el de la investigación y el de la conservación. En lo que a la investigación respecta, en estos momentos estamos recuperando manchas de ocre que van a ser estudiadas en Burdeos y que por ahora no sabemos si tienen que ver con los lápices del chamán que hace 15.500 años hizo de la cueva su espacio ritual o incluso con las pinturas parietales halladas en ella, datadas provisionalmente hace unos 18.000 años. O sea, estamos en un momento clave de la investigación de un yacimiento importantísimo. En cuanto a la conservación, ésta tiene que ver con la explotación de la cantera, no con la investigación arqueológica. Nosotros movemos capas de tierra de unos dos centímetros y lo hacemos además en una zona muy limitada de la cueva. Por tanto, si existen problemas de conservación del yacimiento, no pueden derivarse de nuestra actividad, por lo que no tendría sentido suspenderla, sino de la explotación de la cantera, en la que semanalmente se siguen realizando voladuras».
Tras descansar durante el invierno, el equipo de Xabier Peñalver volvió a la cueva de Praileaitz el 20 de marzo pasado, en principio, para un período de excavaciones de unos cuatro meses.
M.A.