«Cada día somos más los que hemos perdido la noción de pertenencia a un lugar»
Narradora, poeta, guionista y autora de «Cosmofobia»
Lucía Etxebarria reside hoy en el barrio madrileño de Lavapiés, el escenario de su última novela, titulada «Cosmofobia» (Destino). La escritora ofrece un retrato de la multiculturalidad a través de más de una veintena de personajes y de sus historias.
Izaskun LABEAGA | BILBO
Claudia, Antón, La Chunga, La Negra, Amina y Yamal son algunos de los personajes de un relato que se ha apoyado «en las cosas que veo todos los días desde la ventana de mi casa», explica Lucía Etxebarria. Esta semana, la autora ha cambiado de escenario y ha viajado a Bilbo, donde ha charlado con GARA sobre ``Cosmofobia''.
No habrá resultado fácil trenzar todas esas historias que recoge en su libro.
Yo había escrito una serie de cuentos y de pronto me dije: `esto hay que unirlo', así que resultó relativamente fácil mezclar las historias que ya estaban escritas. Lo más trabajoso fue dar el habla a la gente pero, a la vez, me llevó a meterme en la piel de gente muy distinta y eso me pareció muy divertido.
La lista de agradecimientos es extensa. Ha realizado un importante trabajo de documentación ¿no?
Yo ya había hecho algo así con ``Una historia de amor como otra cualquiera'': con la idea de un personaje, busqué un modelo y lo entrevisté. Hay cosas en el libro que pueden parecer sorprendentes y que son absolutamente reales. Es una labor de documentación extensa pero es, a la vez, una diversión.
Ha tomado estas historias de la calle. ¿Qué es lo que más le ha impactado?
Lo referente a los niños. He reflejado algunas situaciones inspiradas en casos que llevan las asistentes sociales.
Subraya la idea de barrio multicultural y no intercultural. ¿No hay integración?
No. Los negros lo intentan, pero la gente es muy racista. Los marroquíes sí que se casan con españolas pero a las marroquíes les puede costar un problema gordo. Los ecuatorianos y colombianos se llevan a parir con todos los demás, son tremendamente racistas; y los chinos viven a su bola.
¿Es, pues, una comunidad repartida en guetos?
Hoy es así, pero yo creo que la tendencia es a mezclarse porque es inevitable.
¿Por qué «Cosmofobia»?
Porque es el título que mejor define la novela: los personajes tienen miedo al mundo. Ninguno tiene un lugar en el mundo. Cada día somos más los que hemos perdido la noción de identidad, de pertenencia a un lugar.
Ha preferido dar al relato un toque de humor. ¿Por qué?
Por que resultaba una novela muy negra. Todas mis novelas son historias negras que se salvan por el humor; si no el lector no sería capaz de leerlas.
Describe un paisaje crudo. ¿Hay lugar para la esperanza?
En mi libro, todas las historias acaban, más o menos, bien. La vida es dura y siempre lo ha sido, es una lucha constante por la supervivencia, está mal aquí y en todas partes. ¿Este es el peor de los tiempos? No lo sé. Estamos hablando de que vamos a acabar con el planeta y no es una posibilidad remota, es muy real. Esto es lo que más miedo me da. El gran problema es que los políticos que están en la cima tienen importantes intereses y no están dispuestos a tomar medidas. Aquí en Euskadi el terrorismo es la gran cortina de humo. ¿Cuántas víctimas del terrorismo han habido este años? ¿Sabías que muere más gente por problemas respiratorios que por accidentes de tráfico? La corrupción inmobiliaria y el problema ecológico son mucho más importantes que el terrorismo pero la opinión pública es muy manipulable. En cuanto te desmarcas un poco, te atacan.
Publica a la vez en el Estado español y en territorio francés.
Desearía publicar directamente en francés. Yo no he tenido una mala crítica en Francia. Lo que ocurre es que esto me exigiría vivir en París y no quiero. ``Cosmofobia'' ha salido simultáneamente en castellano y en francés pero la próxima, si puedo, la publicaré antes en francés.
¿Tiene ya entre manos una próxima publicación?
Tenía una entre manos cuando me decidí por ``Cosmofobia'' pero no sé si seguiré con ella.
Esta obra ha salido simultáneamente en castellano y en francés. La próxima, si puedo, la publicaré antes en territorio galo
El tono de humor es muy consciente; es una novela tan negra que, de otra manera, el lector no sería capaz de leerla