Horas después del doble atentado reivindicado por el Brazo Armado de Al Qaeda en Magreb contra el Palacio de Gobierno argelino y una comisaría, la Policía localizó un vehículo cargado con 500 kilos de dinamita delante de la residencia del director general de seguridad, Alí Tunsi, en Argel.

El hallazgo se produjo en el barrio residencial de Hydra y en el vehículo, un Mercedes, encontraron una cisterna de las que habitualmente se usan para almacenar agua con los 500 kilos de dinamita en su interior, contactados a cuatro bombonas de gas butano.

Una vez localizado el coche, los artificieros procedieron a desactivar los explosivos, según los detalles revelados por el diario argelino ``Echuruk''. Las principales organizaciones y sedes oficiales del país permanecían ayer cerradas.

El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, reunió a los altos cargos de seguridad para reforzar el dispositivo de prevención en Argel, donde por la mañana se podía ver un mayor número de agentes que de costumbre, sobre todo, en algunas barriadas populares como Bab el Ued y El Harrach. Anunció la adopción de una serie de medidas a fin de «neutralizar» a las fuerzas de Al Qaeda en el país.

En declaraciones a la televisión, Buteflika aseguró que «se han tomado una serie de medidas para depurar responsabilidades y neutralizar» a Al Qaeda, aunque no ofreció detalle alguno sobre qué tipo de medidas se tomarán ni los tiempos fijados para ello.

El primer ministro, Abdelaziz Beljadem, también se refirió a esa reunión de carácter extraordinario y a las medidas aprobadas para «acabar, en primer lugar, con estos actos criminales y, en segundo lugar, para anular sus capacidades (de Al Qaeda) de perjuicio».

Beljadem, que se hallaba en el interior del Palacio de Gobierno argelino cuando impactó uno de los vehículos conducidos por un kamikaze, aseguró en declaraaciones a la televisión que «estos actos criminales pretenden volver a sumergir a Argelia en los años de crisis».

Respecto a los posibles vínculos de estos atentados con la ola de ataques que se están produciendo en ese área, Beljadem opinó que «el mal es el mal, sea de dimensión regional o mundial».

A su juicio, «estos individuos no tienen otros objetivos que sembrar el sufrimiento, el desasosiego y la desolación».

«Las autoridades públicas deberán consagrarse a neutralizar sus capacidades de perjuicio con todos los medios disponibles», insistió, antes de mencionar «la adhesión del pueblo argelino a la política de reconcilia- ción nacional iniciada por el presidente, subrayando claramente su aspiración a la paz, la seguridad y la esperanza».

Las embajadas de distintos gobiernos europeos y de Estados Unidos llamaron a sus ciudadanos en Argelia a extremar la prudencia.