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Vuelta al país vasco Cuarta etapa

Gómez Marchante reta a Vicioso en las rampas de Azpirotz

El líder aventaja ahora al de Saunier Duval en 1.46 a falta de Agiña, Jaizkibel y Erlaitz. Un sensacional Voigt venció en Lekunberri.

Unai IRARAGORRI | LEKUNBERRI

Sólo un corredor puede evitar que Ángel Vicioso se cale la txapela mañana en Oiartzun. Se trata de José Ángel Gómez Marchante, el ganador del año pasado, y, sin duda, el más fuerte de la Vuelta al País Vasco. El de Saunier Duval arañó 34 segundos al líder y la ventaja del aragonés de Relax es de 1.46. Ayer dio muestras de debilidad en Azpirotz y la etapa de hoy es la más dura de la ronda con Agiña, Aritxulegi, Jaizkibel y Erlaitz. El otro protagonista de la cuarta etapa fue un viejo conocido: Jens Voigt. El alemán de CSC venció en Lekunberri y logró su cuarta victoria en esta carrera.

Nadie pudo seguir el latigazo de Gómez Marchante en las primeras rampas de Azpirotz. El bravo corredor de Matxin imprimió un ritmo imposible para el resto. Vicioso tiró de veteranía, sufrió al final y no se hundió. Hasta 20 corredores le precedieron en la meta, para dejarse 34 segundos respecto a su principal rival y sólo cedió 20'' con Valverde, Samuel Sánchez, Di Luca, Koldo Gil, Cunego y compañía.

La vuelta es cosa de dos. Vicioso tiene casi todo a su favor. Un colchón relax de 1.46 y un equipo con experiencia que le puede arropar, tal y como quedó demostrado ayer. En contra, tiene un escalador en estado de gracia como Gómez Marchante y el recorrido de hoy. No hay final en alto, pero los puertos son los más duros de la presente edición.

Afortunadamente para muchos, la fuga ayer se formó pronto, en el kilómetro 10, con Voigt, los vascos Aitor Pérez, Artetxe y Verdugo, más Tiralongo, Engels, Naibo, Grivko y Di Gregorio. El mejor situado era Grivko, a 7.24, y el compañero de Astarloa en el Milram fue líder virtual. La armonía se rompió en el ascenso a Huitzi, y el desconcierto lo aprovechó Voigt para meter la directa y presentarse en solitario en Lekunberri.

Con cuerda para rato

Que no gana siempre el más fuerte quedó en evidencia. Una vez más, a sus 35 años Voigt dio una lección de ganas y combatividad. Se quedó atrás en la ascensión a Huitzi, hasta seis compañeros de fuga le habían superado, pero, nada más empalmar, atacó y logró unos metros insalvables para el resto. Todo fuerza, no paró hasta Lekunberri. Una apisonadora que mantiene la ilusión. Su palmarés supera ya las 60 victorias pero nunca pasa desapercibido. Este año ya dio otra exhibición en el Criterium Internacional, y en la Vuelta al País Vasco ayer dejó su cuarta muesca, tras vencer en 1998, 2004 y 2005. Demostró que tiene cuerda para rato.

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