La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha localizado el yacimiento prehistórico más antiguo de Donostia en una colina de Ametzagaina. El alcalde de la ciudad, Odón Elorza, acompañado por responsables de Aranzadi, visitó ayer este yacimiento en el que se han encontrado restos de herramientas del Paleolítico Superior que datan de un período que iría entre los 27.000 y los 22.000 años antes de Cristo. «Estas piedras muestran que hubo grupos humanos de cazadores, recolectores, de principios del Paleolítico Superior», explicó Juantxo Agirre, secretario general de Aranzadi.

Por su parte, el responsable de la excavación, Jesús Tapia, explicó que este hallazgo fue posible gracias al aviso de un ciudadano donostiarra que se puso en contacto con Aranzadi, que envió al lugar un equipo de arqueólogos.

De esta manera, se descubrieron los primeros indicios de un yacimiento del Paleolítico Superior en esta zona. En el lugar se ha encontrado «industria lítica, herramientas realizadas en piedra que siguen una forma pautada a lo largo de la prehistoria y que permite distinguir diferentes periodos y estilos culturales en los modos de vida del Paleolítico Superior», aclaró Tapia. En total han aparecido cerca de 1.700 restos líticos de sílex. La mayoría de las herramientas pertenecen a cazadores de la etapa glaciar del gravetiense.

A la intemperie

Tapia destacó que este yacimiento tiene dos peculiaridades. Por una parte, supone el lugar de ocupación humana más antiguo encontrado en la ciudad y, por otro, su peculiar ubicación al aire libre, ya que lo habitual es que se encuentren en el interior de cuevas dado que se trata de un período «bastante frío». El responsable de la excavación comentó que el hecho de que esté a la intemperie ha provocado que no se conserven restos óseos con lo que la datación se ha efectuado estudiando el «estilo de trabajo de la piedra».

Además, la excavación de una trinchera durante las guerras carlistas en este mismo lugar ha permitido que se preserve un «estrato más sólido» que ha servido para poder «rastrear cómo se dispersaron los materiales».

Esta zona pasará a integrarse en el parque de Ametzagaina que, según explicó Elorza, ocupará un espacio que se encuentra «muy deteriorado» debido a los múltiples vertidos de escombros efectuados durante los últimos 20 años en este lugar, en el que hay además decenas de casetas clandestinas de huertas.

El Ayuntamiento ha invertido más de seis millones de euros a la adquisición del terreno, mediante compra o expropiaciones, y hace un mes inició los trabajos de la primera fase de adecuación del parque, que finalizará para finales de junio y costará dos millones de euros. El parque contará con una gran pradera verde en un cráter, unos caminos y una zona con arbolado, mesas y sillas. Se espera que la parte de arbolado esté concluida para este verano.