A convocatoria de LAB, varias decenas de personas se concentraron ayer en la plaza Circular de Bilbo bajo el lema «Euskal presoak, Euskal Herrira». Una movilización en la que la portavoz del sindicato abertzale en Bizkaia, Lola Gómez, denunció la utilización de los presos políticos vascos como «instrumento de presión y de guerra» en contra del proceso abierto en Euskal Herria.

En declaraciones efectuadas ante los medios, Gómez lamentó que se mantengan los motivos para desarrollar concentraciones como la realizada ayer -este sindicato se moviliza los segundos jueves de cada mes en favor de los prisioneros vascos- ya que «sigue existiendo la tortura, la dispersión y el aislamiento de los presos políticos vascos». Actuaciones que, según apuntó, «no son de recibo en un Estado llamado democrático».

A este respecto, la sindicalista abertzale hizo un llamamiento a los agentes políticos y sindicales que «en los medios de comunicación aparecen continuamente diciendo que están en contra de la tortura» para que, en adelante, «lo demuestren, salgan a la calle para denunciarlo y hagan gestos que verdaderamente sean creíbles». «No vale con palabras, necesitamos gestos, hechos y denuncias reales de la tortura», subrayó.

En la misma línea, Gómez criticó el hecho de que «jueces de la Audiencia Nacional hacen programas de televisión señalando torturadores y hacen apología contra la tortura, y a los dos días se tenga a la gente incomunicada». De esta forma aludía claramente al magistrado Baltasar Garzón, que el martes pasado condujo un programa televisivo en una cadena española sobre las personas torturadas en las dictaduras argentina y chilena.

La representante de LAB denunció también las «graves torturas» sufridas por las personas detenidas en la última operación de la Guardia Civil, e insistió en que «no vale que nos cuenten que esto es un sistema democrático mientras existe violación de todos los derechos civiles y políticos, y mientras exista la tortura de los presos».

Concretamente, Gómez comentó que declaraciones como las efectuadas desde el Ejecutivo de Lakua en contra de la incomunicación no son creíbles «mientras se den casos de tortura como los que se han dado estos días en los calabozos de la Audiencia Nacional».