Tres periodistas serán juzgados por revelar las cárceles secretas de la CIA
GARA |
Los periodistas Sandro Brotz, Beat Jost y Cristoph Grenacher, del semanal suizo «Sonntags-Blick», serán juzgados ante un tribunal militar por publicar un documento de los servicios secretos suizos que puso en evidencia la existencia de prisiones secretas de la CIA en Europa y el traslado de prisioneros. El juicio comenzará el día 17.
En un comunicado, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) condenó la decisión de las autoridades suizas de llevar ante a los tribunales a los tres periodistas. Reclamó, además, que la corte castrense retire los cargos contra los acusados y que el caso sea trasladado a la justicia civil.
Consideró «irónico» que en el país donde se firmó la Convención de Ginebra vayan a ser juzgados unos periodistas por informar sobre abusos de los derechos humanos.
La FIP critica al Gobierno suizo
Subrayó que no es la primera vez que tratan de intimidar a periodistas de investigación en Suiza y evitar que publiquen información que el Gobierno prefiere mantener en secreto.
Mostró su preocupación porque se utilice a la justicia militar para imputar delitos civiles, especialmente, a trabajadores de los medios de comunicación que informan sobre asuntos relativos al Departamento de Defensa o al Ejército. En su comunicado, la FIP incidió en que el modelo de justicia militar de Suiza y su capacidad para imputar a civiles es único en Europa y contraviene la Carta de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos, que este país ratificó hace cinco años.
Recordó el caso de un periodista que fue condenado el año pasado a 20 días de cárcel por informar de las deficiencias en la construcción de un búnker.
Un fax comprometido
La FIP pidió a las autoridades suizas que dejen de recurrir a los tribunales militares para casos contra la prensa y revisen su sistema legal para adaptarlo a los estándares internacionales.
En enero de 2004, Sandro Brotz y Beat Jost desvelaron un fax secreto que provenía del Ministerio de Exteriores de Egipto en el que, por primera vez, un Estado confirma la existencia de prisiones de la CIA en Europa y mostró que el Gobierno suizo estaba al tanto de la situación desde hacía meses.
Esta revelación causó una gran tormenta política y ambos periodistas, autores del libro «CIA-cárceles en Europa: el affaire del fax y sus consecuencias», denunciaron haber recibido presiones por parte del Consejo Federal del Gobierno suizo, al tiempo que agradecieron el apoyo recibido por el redactor jefe de la publicación, Christoph Grenacher.