El médico e investigador catalán Joan Massagué y su equipo del hospital Sloan Kettering Cancer Center han hallado el mecanismo que provoca la expansión del cáncer de mama al pulmón. Según este descubrimiento, un grupo de 18 genes presentes en este tipo de tumores contienen, al menos, 4 genes (EREG, COX2, MMP1 y MMP2) que hacen posible que esas células cancerosas lleguen al torrente sanguíneo para instalarse en el pulmón y hacer en él metástasis. El hallazgo ya se anunció hace dos años y ahora, en el trabajo que publica el último número de la revista «Nature», se avanza en la descripción del mecanismo.

«Lo que hay nuevo es algo más bien conceptual, es decir, se ha visto que al menos 4 de estos 18 genes no sólo se expresan en el tumor primario sino que entendemos cómo colaboran para hacer que el primario crezca más, se vasculice más, las células salgan más al torrente sanguíneo y acaben llegando al pulmón», explicó Cristina Nadal, oncóloga del hospital Clínico de Barcelona y colaboradora de Massagué.

Según señaló, hace dos años vieron que «las células del tumor de mama tienen más tendencia a ir al pulmón, y ahora saben más sobre la interrelación entre los genes, lo que abre la puerta al diseño de medicamentos que atajen esa función».

Massagué consideró que se trata de un descubrimiento «esperanzador porque nos demuestra que el oscuro proceso de la metástasis puede ser descifrado».

«Estudiar detenidamente»

«Ya existen fármacos que actúan sobre los genes que alteran la red sanguínea para crear los nuevos vasos tumorales pero el resultado de la investigación abre la puerta a nuevas terapias, como la combinación de esos medicamentos», agregó.

«Se nos plantea un calendario de pruebas clínicas pero es un asunto que hay que estudiar detenidamente. En la actualidad, tenemos una terapia como es la quimioterapia, burda pero efectiva y sería una irresponsabilidad retirarla a los pacientes», manifestó el médico catalán.

Massagué se mostró cauto sobre la posibilidad de que el mecanismo de expansión de este cáncer al pulmón sea extrapolable a otro tipo de metástasis entre diferentes órganos. «Parece sencillo, pero se necesita un esfuerzo humano considerable para establecerlo», afirmó.